Nuevo rey a la vista

Aturdidos. Así dejaron los Spurs de San Antonio al Heat de Miami, al propinar una nueva paliza, esta vez de 107-86, con la que quedaron a un triunfo de completar su ansiada venganza, al conquistar el título de la NBA, que el año pasado fue de sus rivales.

Y fue con la perfecta ejecución de la rotación del balón que los Spurs ganaron anoche el cuarto juego en Miami, ante la sombra del Heat, que se vio minimizada pese a los destellos de grandeza de LeBron James (28 puntos).

Por segundo juego consecutivo, San Antonio dejó claro que el juego sería suyo desde el primer tiempo, en el que Kawhi Leonard (20) mostró su decisión de convertir el partido en su espectáculo, mientras Danny Green (9) hacía un gran aporte con tres canastas desde la línea de tres.

Pero el líder de la primera mitad fue el francés Tony Parker, con 12 unidades, aunque no dio ninguna asistencia, lo cual es inusual en su juego.

Al descanso de medio tiempo los Spurs se fueron con un cómodo marcador de 55-36, gracias a que los nueve jugadores que usó produjeron al menos dos puntos. Pero más impresionante fue que al final todos los jugadores de San Antonio sumaron al marcador.

Pero la pesadilla solo empezaba para el Heat. En el tercer período el castigo continuó y hasta recibieron abucheos de sus aficionados, después del quinto triple de Leonard, quien puso la pizarra 73-49 a falta de 3:48 minutos.

En este mismo cuarto, Tim Duncan se convirtió en el jugador con más minutos jugados en playoffs, al superar los 8,851 de Kareem Abdul-Jabbar y en el último superó a Magic Johnson, al sumar 158 dobles decenas en esta instancia.

Después de perder los primeros tres cuartos 26-17, 29-19 y 26-21, el Heat ganó el último 29-26, pero ya estaban en la tumba.

La serie se mueve el domingo (7:00 p.m. Nicaragua) a San Antonio, donde los Spurs buscarán terminar con la agonía del Heat.

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