Luis Eduardo Martínez M.
Por el pedregoso cauce seco del río, en la comunidad El Hato, camina Vicenta Díaz Muñoz con sus dos hijos pequeños. “Algún día debió tener agua”, dice la morena mujer mientras avanza en su caminata.
Ahí, entre los municipios de Darío y Terrabona, además del río sin agua, algunas parcelas están aradas, pero los dueños se abstuvieron de sembrar granos básicos porque este año solo tres lluvias han caído sobre el territorio, dicen los lugareños.
Díaz lleva prisa, pero cuenta que su familia es de una comunidad de San José de Bocay, en el departamento de Jinotega y “nos venimos para acá porque mi marido tiene un ‘tuquito’ de tierra, pero no pudo sembrar porque no ha llovido y creo que nos vamos a regresar porque nada hacemos aquí, ya no hay ni comida”.
TODOS PIENSAN EN IRSE
Igual que Díaz, irse de Terrabona hacia diferentes destinos, es una idea que persiste en jóvenes y adultos que sin haber podido cultivar las tierras, tampoco encuentran empleos permanentes y en sus hogares ya han agotado las reservas alimentarias.
Francisco Valle, un líder comunitario de Monte Grande y el exalcalde liberal de Terrabona, Jairo Mendoza, coinciden en que por la situación que enfrentan, algunos pobladores han optado por emigrar a otras ciudades del país y también a Costa Rica para ayudar a sus familias.
Norvin Valle Rivas, en la comunidad Las Palomas, dice que “algunos se han ido a otros países”, pero Bernardo Vallejos, en la misma comunidad, sostiene que “se han ido pero a ganar suelditos miserables”, por lo que tampoco pueden ayudar a sus familias en Terrabona.
Según datos del Instituto Nacional de Información y Desarrollo (Inide), de 2,511 hogares en el municipio de Terrabona, en casi el diez por ciento tienen a algún miembro en el extranjero y de estos solo 132 hogares reciben remesas.
Vallejos cree que este ha sido uno de los peores años para los habitantes de ese municipio.
“Ha habido años secos, pero nunca hemos llegado hasta estas fechas sin sembrar y aunque sea algo hemos cosechado. Ahorita la llevamos en blanco, no hay comida, no hay maíz y hay gente que no tiene de qué (sobrevivir) y aquí se sufre hermano”, señala Vallejos.
SE QUEJAN DE AUTORIDADES
La gente de Terrabona se queja porque las autoridades municipales y el gobierno del inconstitucional presidente Daniel Ortega en nada les han apoyado.
“Esos no dicen nada, aquí por lo menos, para serle franco, la Alcaldía no ha hecho nada”, dice Moisés Tórrez Soza, en Monte Grande. Igual opinión tienen Adelia Tórrez Orozco y su hijo Joel Tórrez Tórrez.
En la rotulada “Alcaldía de la familia, la comunidad y la vida” de Terrabona, LA PRENSA buscó a la alcaldesa sandinista María Danelia Martínez, pero ella estaba fuera del pueblo; mientras que el vicealcalde Harold Martínez se negó a atender al equipo periodístico argumentando: “Estoy bastante ocupadito”.
“La alcaldesa no está y los de proyectos no están autorizados para brindar informaciones, el único sería yo, pero estoy bastante ocupadito”, dijo Martínez, indicando que “con tiempo” podría concertar una entrevista, pero también se negó a brindar una fecha para poder atender.
Mientras que Martín Flores, delegado departamental del Ministerio Agropecuario y Forestal (Magfor) en Matagalpa, tampoco atendió el viernes a LA PRENSA y a través de su asistente se justificó porque “está haciendo un informe que le piden para ya en Managua y no lo podrá atender”.
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