Anagilmara Vílchez Zeledón
Chikungunya. Suena casi a trabalenguas. Peculiar, sí. Letal, también. Este es el virus que en América Latina ha matado a más de veinte personas y los contagiados superan ya los cinco mil, revelan cifras de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
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Abatizar, fumigar y destruir los criaderos de zancudos son las principales acciones de la jornada Todos contra el Chikungunya en Nicaragua, donde hasta la fecha se reportan dos casos, detectados a inicios de julio: una mujer y su hija de 4 años.
Según la primera dama, Rosario Murillo, ellas habrían adquirido el virus en el país más golpeado por el Chikungunya, República Dominicana.
De los 350,580 casos bajo sospecha que reportó la OPS, más de la mitad están en esta isla del Caribe, donde este sábado un niño de 1 mes y 15 días de nacido murió después de haber estado internado por 11 días con los síntomas de esta enfermedad, señalan medios dominicanos. El bebé aún no ha sido confirmado oficialmente como víctima letal del virus.
En Estados Unidos, en cambio, el jueves se informó que un hombre residente del Estado de Florida era su primer caso de contagio local, pues contrajo el mal a pesar de no haber “viajado recientemente fuera del país”, como se dio en Colombia, donde el viernes se reportó que una mujer, quien regresó de un periplo por América Central, sería el primer caso positivo de Chikungunya en territorio cafetero.
“Toda la situación es grave”, aseveró la directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan.
Durante su reciente visita a Cuba, Chan advirtió que “con el movimiento de personas, bienes y servicios, uno puede llevar en su equipaje mosquitos”.
Es por eso que las autoridades sanitarias han puesto especial énfasis en prevenir que el Chikungunya sea “importado”, como sucedió en Nicaragua y en la mayoría de países de la región.
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