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Este año en Estados Unidos se han creado más de 200 mil puestos por mes, pero Dean Baker, del Center for Economic and Policy Research de Washington, estima que esto no se ha traducido en una calidad de empleo. LA PRENSA/BLOOMBERG NEWS

No convencen las mejoras de Estados Unidos

Especialistas hablan de la era del “gran estancamiento” en este país norteamericano, donde las mejorías económicas no se traducen en calidad de empleo.

Tomado de la BBCMUNDO

La economía estadounidense está en medio de una gran paradoja. A nivel macroeconómico los números brillan. El Producto Interno Bruto (PIB) creció 4% en el último trimestre, el desempleo pasó del 10% durante la Gran Recesión de 2008-2009 a un 6.2% hoy y hasta el déficit fiscal, caballo de batalla de los ultraconservadores del Tea Party, ha caído drásticamente.

El problema es que este brillo macro no llega a los bolsillos. Según los sondeos, la mayoría de los estadounidenses ha perdido ese optimismo tan idiosincrático que caracteriza a la nación, fuente del famoso sueño americano.

Tyler Cowen, economista de la Universidad de George Mason y autor de Average is over (Adiós al ingreso promedio), un análisis de la nueva estructura económico-social del país, subraya que si bien Estados Unidos se ha recuperado de la Gran Recesión, los empleos que ha creado son precarios y mal pagados.

“El sesenta por ciento de los empleos perdidos durante la recesión era de salarios medios. Desde el fin de la recesión, un 73 por ciento de los empleos que se han creado son de salarios bajos, definidos como aquellos que pagan 13.52 dólares o menos la hora”, señala Cowen.

En su análisis Cowen añade que esta tendencia ya estaba presente en las estadísticas de 1999-2007, es decir, precede a la gran crisis de 2008.

El presidente de EE. UU., Barack Obama, ha reconocido esta paradoja que golpea el corazón mismo de ese gran mito estadounidense: el sueño americano.

“Hoy es más difícil para un niño nacido aquí escalar socialmente que para un niño en la mayoría de los países ricos como Canadá, Alemania y Francia”, señaló en diciembre.

[doap_box title=”¿El fin de una ilusión?” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]

Los escépticos admiten que la situación no es desesperante.

“Mantengamos la perspectiva. Estados Unidos no se va a convertir en Calcuta. El nivel de vida se encontrará más cerca del de Bélgica o parte de Europa Occidental. Esto es malo, pero puede gestionarse: no es el fin del mundo”, señala Tyler Cowen.

No cabe duda que todo depende del color del cristal con el que se mira. Un salario de 13.52 dólares por hora, percibido como estancamiento secular en Estados Unidos, puede ser una gran oportunidad para latinoamericanos y otros inmigrantes.

Al mismo tiempo, la apelación a la perspectiva es lo contrario del sueño americano que reivindicaba una mejora continua de las condiciones de vida “con oportunidades para todos”.

Este sueño ya no está en el horizonte vital de la mayoría como quedó claro en una reciente encuesta de The Wall Street y NBC.

Según el sondeo un 64% siente todavía los efectos de la Gran Recesión, cuatro de cada diez conocen a alguien que ha estado en el paro y un 76 por ciento cree que sus hijos no estarán mejor que ellos en el futuro, virtual golpe de gracia al sueño americano.

[/doap_box][doap_box title=”Otra mejora” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]

Un aumento por cuarto mes consecutivo en la venta de casas de uso ofreció el jueves 21 de agosto la más reciente evidencia de que el mercado de viviendas de Estados Unidos se recupera de un flojo inicio de año.

Los estadounidenses compran más casas a medida que más unidades se ponen en venta.

Y las bajas tasas hipotecarias y las alzas de precios moderadas han hecho más asequibles las viviendas.

“El impulso va en la dirección correcta”, dijo Andrew Labelle, economista del Banco TD.

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Economistas como Tyler Cowen o el exsecretario del Tesoro de Bill Clinton y exasesor de Obama, Lawrence Summers, o el actual vicepresidente de la Reserva Federal, Stanley Fisher, hablan de una condición estructural de la economía que denominan la era del “gran estancamiento” o el “estancamiento secular”.

Este estancamiento produce un divorcio entre crecimiento y distribución tal que, incluso si los datos macro son positivos, el conjunto de la sociedad no lo percibe.

La paradoja no es tanto por el lado de la cantidad como de la calidad. Desde la salida de la Gran Recesión se han recuperado unos 9 millones de empleos.

En 2014 se han creado más de 200 mil puestos por mes, algo que no ocurría desde 1997, durante la presidencia de Clinton. Pero Dean Baker, director del Center for Economic and Policy Research de Washington, estima que esto no se ha traducido en una calidad de empleo.

“Los salarios están estancados. Los beneficios del crecimiento económico no les llegan a todos. Incluso a nivel de empleo hay millones de personas que buscan trabajo y no lo encuentran. No sorprende que la gente no esté contenta”, indicó a BBC Mundo.

LA PRECARIEDAD

Históricamente Estados Unidos compensó con dinamismo económico su extrema flexibilidad laboral.

Ese dinamismo permitía aspirar a trabajos de mayores ingresos en el curso de una vida y funcionaba como imán para millones de inmigrantes, muchos de ellos latinoamericanos.

En una reciente entrevista con el periódico español El País, el autor de Average is over, explicó que esta expectativa ha cambiado radicalmente.

“Los números revelan que en los últimos 15 años el nivel de vida medio de un hogar americano típico ha caído entre el cinco por ciento y el diez por ciento. Las ofertas de salarios para personas con títulos universitarios dejaron de crecer en 1999”, señaló Tyler Cowen.

No se trata únicamente del descontento de esa “mayoría silenciosa” que durante décadas encarnó la idea de que todo estadounidense podía soñar y acceder a la prosperidad y riqueza.

Millones de personas que querrían trabajar no consiguen empleo y otros tantos tienen un trabajo de medio tiempo cuando quisieran uno de tiempo completo. La medición del desempleo se hace contabilizando la gente que está buscando activamente trabajo. Según el Economic Policy Institute (EPI) de Washington, en la actualidad casi 6 millones de trabajadores han caído fuera de este conteo oficial, algo que lleva el desempleo real a casi un 10%.

“El desempleo no está bien medido porque no toma en cuenta este ejército de gente que debido a la baja oferta de oportunidades laborales no salen a buscar trabajo y, por tanto, no son contabilizados a nivel oficial”, señala el informe del Instituto el 1 de agosto.

Es cierto también que, tratándose de la primera economía mundial, siempre es posible ver el vaso medio lleno. Si se toma como punto de comparación la otra gran recesión de los últimos 100 años —el “crack” de 1929— se ve que Estados Unidos solo terminó de emerger de aquella crisis después de la Segunda Guerra Mundial, tres lustros más tarde.

Si el punto de comparación es el presente de otras regiones desarrolladas, la recuperación estadounidense muestra flancos sólidos. Comparada con la Unión Europea de las recesiones, la austeridad y los rescates, el estímulo fiscal de las administraciones de George Bush y Barack Obama ha obrado maravillas con un continuo crecimiento económico y creación de empleo.

Si se le suma a esto que la polémica revolución del “fracking” en el área energética promete solucionar en los próximos años uno de los talones de Aquiles de su economía y se considera el potencial de algunos cambios de la era Obama, como la creación de un seguro médico para millones de personas, se ven razones a mediano plazo para un mayor optimismo.

Pero incluso a corto plazo, analistas como Jeffrey Bartash, del MarketWatch de Washington, señalan que el crecimiento industrial y hasta el mercado inmobiliario muestran claras señales de recuperación que marcan el fin de la era del estancamiento.

“Los costos laborales, un indicador básico de nivel salarial, están aumentando a su máximo nivel desde 2009. La producción total de vehículos creció en un 17.2 por ciento. La de acero está en aumento, el empleo industrial ha crecido a su máximo nivel en 14 años y de seguir así, habrá casi dos millones de nuevos empleos en los próximos ocho meses”, señala Bartash.

Economía Estados Unidos mejoras archivo

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COMENTARIOS

  1. joseph
    Hace 10 años

    El gobierno de USA tiene un reto gigantesco tratar de recuperar la clase media no es una tarea facil sobre todo cuando se tiene en las esferas mas altas del poder a los mismo duenos del capital o a aliados del capital donde no pueden crear leyes para mejorar salarios por que estan condicionados de otra forma su crecimiento (mejoria para unos pocos ricos ) se viene abajo y eso no lo permitiraran , el ser humano se puso en funcion del capital y no en vice versa , tomaran agua de su propio chocolat

  2. joseph
    Hace 10 años

    El crecimiento es muy bueno han mejorado casi todo , y creado miles de empleos , pero lo que no se percato USA es que trajo hacia su propio suelo las politicas neoliberales aplicadas fuera donde se explota y extrae riquezas , ahora la desigualdad golpeo su propia puerta por que los oligarcas que no son mas que los banqueros y ricos duenos del capital pusieron el ser humano en funcion del capital osea que lo mas importante para ellos es generar millones sin importar acosta de quienes un grave err

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