Tania Sirias y Julieta Arróliga
Hoy se cumplen 34 años desde que terminó oficialmente la Cruzada Nacional de Alfabetización (CNA) en Español. Miles de jóvenes regresaron a sus casas desde distintos puntos del país y festejaron en la Plaza de la Revolución el haber bajado el índice de analfabetismo entre la población nicaragüense, del 52 por ciento al 12 por ciento.
“Nuestro sistema educativo debería estar mejor, pues había una oportunidad para desarrollarse culturalmente de otra manera”, dijo Norori.
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Sin embargo, además de aprender a leer y escribir, las personas iletradas también recibieron una “instrumentalización política”, reconocen los partícipes de esta gesta educativa.
Fernando Cardenal, coordinador de la Cruzada Nacional de Alfabetización, reconoció ante la cámara de LA PRENSA TV, que la alfabetización que impulsó el gobierno sandinista de los ochenta tenía también un interés político. “Era político, pero la política de llevarles la verdad a los campesinos, que caigan en la cuenta de la realidad. La pobreza de ellos era producto de un sistema económico, por seres humanos que dirigían el país”, dijo Cardenal.
Marissa Olivares, quien formó parte del Estado Mayor de la Cruzada en Carazo, comentó que además de enseñarles a leer y escribir a la persona analfabeta, se les enseñó a tener criterio y a expresar sus ideas.
“INSTRUMENTALIZACIÓN”
Olivares admitió que “el enseñarle a escribir a una persona con la palabra Sandino o Carlos Fonseca era una cosa instrumental. Pero la gente tampoco es tonta y no se iban a dejar manipular”.
Cardenal lamentó que en el país el 25 por ciento de los estudiantes de Primaria están en un aula con un maestro empírico y seis grados.
Actualmente el Ministerio de Educación dice que menos del cinco por ciento de la población es iletrada, mientras que un censo realizado en 2012 por el Instituto Nacional de Información y Desarrollo (Inide) expresa que el índice de analfabetismo es del 14 por ciento en la población nicaragüense.
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