Tucson/EFE
La muerte de Charles Vacca, instructor de un campo de tiro, a manos de una niña de 9 años que aprendía a usar un subfusil Uzzi, en el desierto de Mojave (Arizona), abre una polémica sobre la edad permitida para estas actividades y la necesidad de enseñar a una menor a manejar un arma que dispara al menos diez tiros por segundo.
De acuerdo con la oficina del alguacil del Condado Mojave, el funesto incidente se originó cuando la niña apretó el gatillo y el arma se levantó por los culatazos e hirió en la cabeza al instructor, quien falleció horas después.
A juicio de José Guzmán, director de la organización Padres y Parientes de Hijos Asesinados en Arizona, los niños de hoy en día desde muy temprana edad muestran inquietud por usar armas reales, en gran parte a causa de los videojuegos, y resaltó que a esa edad no se tiene la capacidad mental ni física para manejar un arma, mucho menos un subfusil que cuenta con más de 30 tiros en el cargador.
Indicó que “vemos en los sitios sociales comentarios de padres muy orgullosos porque sus hijos ya usan armas reales y eso motiva a otros padres a seguir su ejemplo. Creo que esto debe ser sancionado”, dijo el activista.
“Esta es una alerta no solo para el país, sino para todos los padres de familia sobre la relación que fomentamos nosotros mismos entre nuestros hijos y las armas de fuego”, advirtió Guzmán, cuyo hijo fue asesinado por un joven de 15 años con un rifle AK-47.
Sam Scarmardo, representante de Arizona Last Stop, donde ocurrieron los hechos, señaló a medios locales que “el criterio para este tipo de armas es que pueden ser utilizadas desde los 8 años de edad, bajo la supervisión de los padres y el instructor”.
En EE. UU., en los últimos años se han registrado varios casos de tiroteos en lugares públicos cuyos autores han sido jóvenes.
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