José Garth Medina
Las brigadas de salvamento y rescate continuaban buscando a un grupo de mineros que seguía bajo tierra en la mina El Comal, en Bonanza, tras el derrumbe del jueves. Ayer la vocera del Gobierno, Rosario Murillo, dijo que probablemente sean entre “cinco o siete” los que estén atrapados.
El viernes al anochecer fueron rescatados veinte mineros y el mismo día del percance dos lograron salir por cuenta propia.
En un medio oficialista Murillo dijo: “Estamos pendientes, dándole continuidad a todos los esfuerzos para encontrar a los 5 compañeros o 7, no estamos claros todavía, que nos hace falta encontrar y entregar a sus familiares”.
Pánico, llanto, desesperación y momentos de angustia vivieron los 20 mineros artesanales que fueron rescatados la noche el viernes, luego de ser sorprendidos por un deslave que los dejó atrapados bajo tierra.
El minero Enrique Manuel Simmons, de 28 años, originario de Puerto Cabezas, es el único que quedó internado en el hospital de Bonanza luego que fue ingresado por fractura en el brazo. En declaraciones a LA PRENSA, detalló la odisea que vivió bajo tierra durante 34 horas.
- 19 mineros, de los 20 rescatados el viernes por la noche, fueron dados de alta ayer del hospital de Bonanza, uno quedó interno tras sufrir una fractura al momento del derrumbe el pasado jueves.
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“Hay otras tres personas que tenemos nombres, pero no hay familias en el lugar. Jacobo Gutiérrez Molina, otra persona de nombre Absalón y otra persona de nombre Maykel, estos tres nombres han sido facilitados por sus otros compañeros mineros”, dijo la vocera de Gobierno a través de medios oficialistas.
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“Estábamos trabajando entre varias personas en nuestras labores, de repente se vino un frío y todos nos asustamos y luego se escuchó una bulla y después se vino algo como un huracán y uno de los otros compañeros vino a decirnos que nos corriéramos y comenzamos a correr porque se vinieron como cincuenta camionadas de tierra encima”, comentó Simmons.
El minero dijo que creían que no iban a salir con vida porque después del alud, pasó cayendo tierra durante dos horas y entre los veinte atrapados se apoderó el pánico “y comenzamos a llorar por nuestra familia, nuestras hijas y comenzamos a orar a Dios pidiéndole que nos dejara salir vivos de allí”.
“Estuvimos unidos durante tres horas y algunos querían buscar la salida por la chimenea y nosotros entre todos acordamos que nadie se iba a mover por su cuenta, si moríamos éramos todos y si salíamos éramos todos”, dijo vía telefónica.
Enrique Manuel Simmons recordó que comenzaron a sacar piedra y lodo con las manos porque no había ninguna herramienta “hasta las 3:00 a.m. (del viernes) luego nos fuimos a descansar y volvimos a las 6:00 a.m. a seguir intentando buscar la salida, hasta que se logró hacer un hoyito por donde entró un poco de aire y de allí comenzamos a gritar y a pedir ayuda. Luego escuchamos por debajo que habían gritos y la alegría se apoderó de nosotros”.
“Yo me fracturé cuando íbamos corriendo para arriba huyendo del alud de tierra y se cayó un tablón y fue allí donde me fracturé, pero yo no le puse mente, me levanté y seguí corriendo”, dijo.
TENÍAN ALGO DE COMIDA
“Estábamos con hambre y sed, pero nos salvó la comida que llevamos para almorzar y logramos encontrar dos porritas de comida y logramos comer dos cucharadas cada uno, de los 20 que estábamos en el túnel”, dijo Simmons.
El minero aseguró que “ese poquito de comida” los mantuvo con vida “y no nos desesperamos. Yo tengo una niña de nueve meses, y mi esposa Emma Charly Pantin me dijo que desde que se dio cuenta del accidente no ha comido porque estaba muy triste por mí, aún aquí está conmigo triste y llorando”.
Tatiana Álvarez, madre de Enrique Manuel Simmons, dijo que le avisaron por teléfono sobre el accidente por lo que el alcalde de Puerto Cabezas, Reinaldo Francis Watson, les facilitó una camioneta y llegó al sitio a las 3:00 a.m. del viernes.
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