[imported_image_600x400_1410053997_Seguridad en Nicaragua]
Una investigación relacionada con el tema de violencia y seguridad demostró que una buena parte de la población reconoce que la participación en alguna expresión organizativa de la comunidad incide en que el país cuente con los niveles de seguridad, muy por encima del resto de la región. El estudio fue efectuado por el Centro de Análisis SocioCultural (CASC), de la Universidad Centroamericana (UCA). Mario Sánchez y Douglas Castro, a cargo del estudio “Comprendiendo la Violencia y la (in) Seguridad desde la ciudadanía en Nicaragua”, señalaron que aunque al hacer una valoración sobre seguridad con las personas abordadas, un 37.59 por ciento se lo atribuye al desempeño de la Policía, hay un 29.24 por ciento que estima que es la misma comunidad la que puede generar seguridad y un 30 por ciento se inclinó por ambos planteamientos.
Los estudiosos del tema explicaron que la investigación implicó la realización de grupos focales, una encuesta y entrevistas a expertos. La investigación inició desde octubre del año pasado.
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El estudio reveló entre otras cosas que un 50.81 por ciento de los ciudadanos abordados consideró que la seguridad en el país sigue igual, un 32 por ciento manifestó que ha mejorado y un 17.10 que ha empeorado. De ese último porcentaje, un 45.17 por ciento piensa que es por mal desempeño policial, un 23.17 por ciento cree que es por la situación económica y el 31.68 por ciento se inclina a pensar que es por corrupción.
LO QUE DEMUESTRA EL ANÁLISIS
Mario Sánchez refirió que el análisis demostró que en el país se cumple la teoría de que quien pertenece a una red, sobrevive a la violencia, aunque en el caso de filiación a partidos políticos, estimó que muchas veces las personas están expuestas a alguna forma de violencia.
No obstante, Douglas Castro indicó que pese a todo, el hecho de contar con un grupo de apoyo hace a la gente más resistente a la violencia.
Sánchez añadió: “si estoy aislado, no participo en nada, no voy a la Iglesia, ni a un equipo, ni a un comité, soy más vulnerable de que se metan a robar a mi casa”. Es por ello, dijo, que uno de los mensajes de la investigación está en que “la organización, la pertenencia, la integración a cierto proceso de alguna manera te protege”.
¿PAÍS MÁS SEGURO?
El estudio determinó que un 81.7 por ciento aseguró que siente seguridad en su barrio o comunidad y más de la mitad confía en la Policía, sin embargo, para ambos estudiosos no se puede hablar de que Nicaragua es el país más seguro de la región. Sobre todo si se toma en cuenta “que la gente percibe que hay intimidación, que hay miedo, puede ir generando un deterioro que después se va a volver un boomerang en la sociedad nicaragüense, que ni el Gobierno ni a los partidos, ni a sectores políticos les favorece”, dijo Sánchez.
“Más allá de ese mensaje que somos el más seguro, (hay que) ser un poco más serio porque tenemos un entorno y una serie de factores que nos pueden comprometer la seguridad en un futuro y no queremos caer en eso. Y la seguridad más allá de que hay o no delito, sino que la seguridad tiene que ver con la dignidad de la persona, tiene que ver con el derecho a su trabajo, tiene que ver que no haya discriminación”, dijo Sánchez.
Refirió que la sociedad nicaragüense tiene un potencial que hay que fortalecer, que es la organización que ayuda a prevenir la violencia y sobre todo el trabajo coordinado entre los otros actores, no solamente público, sino de la sociedad en general.
Sánchez también expresó que en la parte de la violencia estructural (económica, política y social) hubo gente que identificó la violencia política, al mencionar algunos procesos electorales, el derecho a tener cédula y la negación y represión que hubo en algunas comunidades. En algunos grupos focales, también hubo periodistas que expusieron que son excluidos y únicamente tienen acceso a la información los periodistas de una misma ideología política.
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