Leonor Álvarez
El presidente del Consejo Supremo Electoral (CSE), Roberto Rivas Reyes, tiene a su servicio 10 policías que se dividen en dos turnos para protegerlo y personalmente explica que se preocupa por la posibilidad de ser blanco de agresiones, debido al “descrédito” y el “odio” de quienes lo señalan por fraude electoral.
Rivas asegura que no tiene temor, pero dijo que le preocupa “que ante una situación de agresión personal” que quiera alguien hacerle, “no haya un tercero que pueda interceder ante esa situación”.
“Es decir, si tu me quieres agredir y voy a ser yo el que te voy a tratar de separar, ya eso va significar un escándalo para la posición que uno ocupa, sin embargo, si es un oficial de seguridad personal que te pide que te retirés ya la cosa cambia”, dijo Rivas, quien ha sido acusado de fraude electoral desde las elecciones municipales de 2008, debido a un sin número de irregularidades en el proceso electoral y por la falta de entrega de cédulas.
Rivas reconoció que es el único magistrado del Poder Electoral que tiene esta clase de protección, pero también explicó que la Ley 228, Ley de la Policía Nacional, establece la protección a los presidentes de los Poderes del Estado.
El magistrado participó este mediodía en el ascenso en grados de los oficiales de la Policía Nacional que pertenecen a la Dirección de Seguridad Personal, acto que se realizó en la Asamblea Nacional. Rivas dijo que particularmente siempre se interesa por participar en estas actividades de la Policía, porque le ha tocado tener una “relación directa” con los oficiales durante los 19 años que lleva en el cargo de presidente del CSE.