El Mercado Oriental crece como un árbol sin podar, a como quiere y de forma constante. Administraciones municipales anteriores han intentado poner control, pero las ganas no han sido suficientes contra la complejidad de la situación.
Sin embargo, la realidad puede cambiar si las autoridades de la Corporación Municipal de Mercados de Managua (Commema) aplican las sugerencias que arrojó el Plan de Acción Ciudades Emergentes y Sostenibles, desarrollado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y entregado a la Alcaldía capitalina.
El proyecto señala que es necesario actualizar el mapa de sitios ocupados por comerciantes, realizar un censo de las actividades y personas que dependen del centro de compras e identificar y caracterizar las zonas con mayor riesgo sísmico y la precariedad física y ambiental.
Otras recomendaciones que aparecen en el Plan de Acción son: el diseño de rutas de acceso y evacuación del Oriental, establecer los límites del crecimiento del mercado y habilitar los hidrantes y la iluminación pública y la construcción de andenes.
Después del terremoto de abril 2014, se implementaron medidas de seguridad en los ocho mercados de la capital. En el Oriental se realizó un simulacro de incendio específicamente en la zona tres (sector de El Novillo) debido a que es la zona más propensa a incendios.
LA PRENSA intentó conversar con Augusto Rivera, gerente del mercado Oriental, para saber qué avances existen respecto al Plan, pero fue imposible localizarlo.
Alarmas en el gran mercado
La probabilidad de catástrofe en el mercado Oriental está presente cada día. En mayo de 2014 Augusto Rivera, gerente del populoso centro, dijo que por semana ocurren cerca de cuarenta conatos de incendio, que son atendidos por la brigada del lugar, integrada por 24 personas.
Uno de los problemas que presenta el lugar son las conexiones ilegales de energía eléctrica. En ese momento, Rivera reveló que un treinta por ciento de los tramos no están legales con la energía.
Cuando el ingeniero Dionisio Marenco fue alcalde de la ciudad capital (periodo 2005-2008) intentó ordenar el mercado después de que el primero de agosto del 2008 un cortocircuito desató un incendio que devoró más de 1,300 tramos. El deseo no pudo ejecutarse porque se necesitaba un presupuesto “jugoso” y varias estrategias comunicativas con los comerciantes.
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