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Hugo Ramón García

¿Qué le pasa a la oposición?

En relación con el cuestionamiento a la oposición que se hace en los corrillos de Somoto por el silencio cómplice o culpable que mantiene respecto al estado de cosas que impera en Nicaragua por “obra y gracia” del orteguismo, un amigo me ha hecho llegar la frase célebre del escritor italiano Nicolás Maquiavelo: “Todo hombre tiene su precio, lo difícil es saber cuánto vale”.

Por supuesto que esta sentencia de Maquiavelo no puede tener aplicación absoluta porque independientemente de la descomposición moral de Nicaragua existen reservas humanas con dignidad que no se rinden ante los poderosos.

La expresión maquiavélica me ha parecido oportuna para aplicarla a una oposición adormecida, sujeta a un conformismo que la anula y le quita representatividad. Se entiende que las voces de protesta tienen que salir de las conciencias libres, de las que no se venden, ni se entregan a cambio de algo, pero al constatar que las dádivas siguen prodigándose a los que no poseen la entereza de pronunciarse contra los males que padece la sociedad, convengo en la veracidad de la sentencia del talentoso Maquiavelo.

No se puede objetar lo dicho por aquel gran hombre, máxime si lo dice con el fundamento que le permite ganarse el veredicto de la historia, porque a esta última únicamente concurren y perduran los que con altivo pensamiento saben ofrecer con su juicio ponderables apreciaciones que de mucho sirven para una buena ilustración.

En Nicaragua, la oposición (si así se le puede denominar), se ha ganado lo que la opinión pública piensa sobre ella. Cuántas calamidades sociales estremecen al igual que un terremoto a la República y nadie de los que vanamente se estiman incorruptibles son capaces de mover un dedo o alzar una voz para pronunciarse respecto a lo que no anda bien en esta patria irredenta, que ha llegado a esos niveles no por voluntad propia de los nicaragüenses sino por la desmedida ambición de quienes llegan a la cúspide de una posición solo para aumentar sus fortunas, mientras a sus espaldas, abatido por la pobreza se halla un pueblo que no tiene el impulso de desafiar su endémica desgracia.

¿Por qué la oposición, que está muy cerca de los placeres económicos pero lejos de velar por los intereses del pueblo desnutrido en sus derechos, calla desmedidamente ante los abusos y los atropellos que a diario comete la Policía, que de Nacional no tiene nada desde el momento mismo que se halla al servicio de Daniel Ortega y su camarilla más cercana?

No es correcto que la fementida oposición no proteste de manera más enérgica por la insostenible presencia de Roberto Rivas en el Consejo Supremo Electoral, culpable de tantos fraudes registrados en nuestra incipiente democracia. No se le puede denominar oposición a quienes pudiendo hablar no lo hacen y por esto se vuelven apañadores del tráfico de influencias, siendo su obligación combatirlo.

Es injustificable no manifestarse contra el crimen organizado y volverse cómplice de hecho con el silencio, contribuyendo que prolifere alarmantemente, como si la vida de las personas no tuviera ningún valor.

De continuar de esta manera la oposición perderá credibilidad por completo. El pueblo al cual se debe y el que siempre es defraudado, llegará el momento en el que decida no seguir siendo el “quijote” de todos los tiempos o el redentor por excelencia para morir crucificado, como lo advierte el refrán popular. El autor es periodista de Somoto.

Ver en la versión impresa las páginas: 10 A

Opinión oposición unidad archivo

COMENTARIOS

  1. oscarin
    Hace 10 años

    que progreso han hechos estos descarados con el dinero ajeno que estamos hasta donde clemente amarro el burro de deuda con Venezuela, con todo el millonario ingreso del credito del combustible a 20 añosque nos dejo Hugo Chavez, y cuando se vayan los sandias vamos estar mas endeudas que en los años ochenta por los mismos sandinais. asi cualquiera hace y deshace con lo ajeno y con lo que nunca pagaran los Orteguistas si no nosotros el pueblo trabajador

  2. Un lector
    Hace 10 años

    Este articulo esta lleno de acusaciones y calamidaes como el autor las llama. Pero carece de algo especifico. Miramos en las nociticas mas acrreteras, puentes, calles en construccion. Miramos nuevos centros de salud, la energia electrica por doquier, Managua es linda otra vez..Y la oposicion? solo promezas de destruir todo lo que se construye y todos contra Ortega..QUe triste!!!

  3. Jose
    Hace 10 años

    No es que se conformen con la miseria sino que, se utiliza la miseria. En mi opinión la oposición no son los partidos políticos, sino toda persona que se opone al manejo de la administración del país,lo que sucede es que los políticos no tienen capacidad para identificar esta fortaleza,solo buscan su beneficio económico!

  4. Silvia Orozco
    Hace 10 años

    El pueblo también está conforme con todo lo que sucede. Por algo los Somoza estuvieron tanto tiempo en el poder. Se conforman con la miseria.

  5. Hace 10 años

    Buen articulo,pero a veces me da la impresion que el pueblo tampoco quiere cooperar en componer este estado de cosas maleficas que huele por todas partes,no hay mecha que lo encienda,talvez con lo del canal,cuando vean que estos chinos de verdad los quieren dejar sin sus tierras,aunque no hagan el tal canal que ya todo el planeta sabe que es una gran farsa,menos los dipuvagos de la “oposicion” y los dipuvagos chamukos,que hasta dan la impresion que ya estan cavando los primeros 100 kilometros

    1. El NIca Descalso
      Hace 10 años

      Lo que no quieren admitir es que el FSLn esta haciendo las cosas bien y por eso hablan asi de impotencia ante la realidad actual que claro esta!, ellos no quieren ver.

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