El primero en decir que la tercera guerra mundial ya está en desarrollo fue el papa Francisco. Lo dijo por primera vez el 25 de agosto de este año en el avión que lo trasladaba de regreso a Roma, después de su visita a Corea del Sur, cuando expresó a los periodistas que lo acompañaban que la tercera guerra mundial ya se estaba librando a pedazos. Y lo reafirmó el sábado 13 de septiembre corriente, en la localidad italiana de Redipuglia, donde ofició una misa en conmemoración del centenario de la Primera Guerra Mundial.
La Gran Guerra, como también se le llama a la Primera Guerra Mundial, duró del 28 de julio de 1914 al 11 de julio de 1918. Se libró en territorios de Europa, África y el Medio Oriente, así como en las islas del Pacífico y cerca de las costas del continente americano. En ella participaron al menos 36 países, inclusive Nicaragua de manera nominal. Y causó casi 10 millones de muertos, seis millones y medio de inválidos, más de cuatro millones de viudas y ocho millones de huérfanos.
La Segunda Guerra Mundial comenzó el primero de septiembre de 1939 y terminó el 15 de agosto de 1945. Sus escenarios fueron los territorios de Europa, Asia, África, las islas del Pacífico y otros lugares del planeta. Participaron en ella de manera directa e indirecta casi todos los países de la Tierra (incluyendo otra vez a Nicaragua) y dejó como saldo entre 50 y 60 millones de muertos.
Ante aquellas inmensas conflagraciones catastróficas la aseveración de que la tercera guerra mundial ya está en desarrollo, aunque sea dicho por un papa parecería una exageración. Pero es la verdad. La única diferencia es que ahora no es una contienda bélica formal entre bloques de países y Estados, sino una guerra entre la más poderosa, cruel y sanguinaria expresión del terrorismo que es el fundamentalismo islámico, y una civilización mundial que se funda en los valores de la libertad, la democracia y el respeto a los derechos humanos.
En las fuerzas del Estado Islámico que lidera la guerra terrorista contra el mundo democrático, están participando por lo menos 12 mil combatientes procedentes de 81 países de los cinco continentes. A los territorios de Siria e Irak dominados por el Estado Islámico siguen llegando militantes de diversos países para recibir entrenamiento militar y combatir al lado de los yihadistas. Muchos de ellos están regresando o se preparan para regresar a sus países de origen, para realizar o intentar la realización de acciones terroristas de gran magnitud.
Además, en muchos países de Europa, Asia y África, inclusive en las Américas, existen grupos terroristas afines al yihadismo islámico o “lobos solitarios” dispuestos a actuar por su propia cuenta.
Para enfrentar esta terrible amenaza Estados Unidos está promoviendo y encabezando una alianza internacional en la cual ya están participando más de cuarenta países, incluyendo algunos árabes de credo musulmán moderado. El objetivo de esta alianza es derrotar al terrorismo islamista para lo cual tendrá que librar una guerra que seguramente será muy larga, compleja, costosa y en muchos casos dolorosa.
De manera que tiene razón el papa Francisco. La humanidad ya está envuelta en la tercera guerra mundial.