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Desaceleración presiona a la región

La manera en que los gobiernos de Latinoamérica podrán evitar un fuerte revés en los niveles de empleo y reducción de la pobreza logrados en los años de bonanza económica —ahora que se entró a una etapa extendida de desaceleración— será adoptando políticas monetarias enfocadas en depreciar sus monedas.

 

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La manera en que los gobiernos de Latinoamérica podrán evitar un fuerte revés en los niveles de empleo y reducción de la pobreza logrados en los años de bonanza económica —ahora que se entró a una etapa extendida de desaceleración— será adoptando políticas monetarias enfocadas en depreciar sus monedas.

[doap_box title=”Nicaragua no modificará su política” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]

La revisión de la política monetaria en Nicaragua fue planteada por la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), sin embargo las autoridades del Banco Central de Nicaragua la rechazaron.

José Adán Aguerri, presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), considera que aún cuando una parte del sector privado quiere modificaciones del sistema de cambio monetario por considerarlo “antiexportador”, reconoce que el BCN no está preparado para impulsarlo “por lo complejo”.

Aguerri descarta una reforma en ese sentido al menos en un corto plazo, entre otras cosas porque el sistema de minidevaluaciones diarias preanunciadas del córdoba frente al dólar, “está funcionando”

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Augusto de la Torre, economista jefe para la región del Banco Mundial (BM), fue muy claro sobre las opciones que hay, durante la conferencia que brindó el martes al presentar el nuevo escenario para América Latina y el Caribe, en donde se redujo sus previsiones de crecimiento.

“De un punto de vista macroeconómica importa más para una política de equidad social el tratar de sostener el empleo que los salarios. Sabemos que no es como se discute el tema en nuestras sociedades por razones políticas”, dijo De La Torre.

“Hay que valorar un cambio del sistema monetario pero no es un tema que se va a cambiar de la noche a la mañana… De aquí al 2017 no va a pasar nada en ese sentido”. José Adán Aguerri,
presidente del Cosep.

El mensaje es que América Latina tiene “una macroeconomía distinta, más moderna y estable” que en la década de los ochenta, y por ello los países no deben temer impulsar políticas monetarias dirigidas a depreciar las monedas.

¿Cómo la depreciación ayuda a sostener el empleo en momentos de desaceleración en América Latina del presente? “De una manera sencilla, encarece las exportaciones y hace que la demanda de la sociedad se destine a productos producidos localmente, ya sea por el mercado doméstico o incluso para exportar, de hecho la depreciación estimula la exportación y con eso se sostiene el empleo”, afirmó De la Torre.

El temor del organismo es que los gobiernos se vayan por el camino más fácil y prefieran adquirir más deuda para no reducir el gasto público.

ECOMOMÍA SE DESINFLA

El BM y el Fondo Monetario Internacional (FMI) sostienen esta semana su reunión anual en Washington, Estados Unidos, y tendrán encuentros con los ministros de Hacienda y Finanzas y los presidentes de Bancos Centrales.

El mensaje central a los países es que la economía regional afectada por el panorama global, está en desaceleración y no se repetirán altas tasas de crecimiento los próximos años.

Por tercera vez este año el FMI recortó las metas de crecimiento para América Latina y la sitúa en 1.3 por ciento, debido “a factores externos, incluidas las exportaciones que fueron más flojas de lo previsto, y a limitaciones internas”. Se prevé que el crecimiento repuntará a 2.2 por ciento en 2015.

El BM también prevé ralas mejoras: La región crecería 1.2 por ciento en 2014 y el próximo año 2.2 por ciento. “Hay que notar  que este bajo crecimiento regional está muy influido por lo que está aconteciendo con Argentina y Venezuela, cuyas economías están contrayéndose, y Brasil que están en crecimiento muy bajo, de medio punto porcentual”, explica De la Torre.

La economía de Venezuela caería tres por ciento en 2014 y uno por ciento en 2015. Argentina se contraerá 1.7 y 1.5 por ciento en esos años, según los organismos. El panorama para Centroamérica y demás economías es de crecimientos “modestos”, y países como Nicaragua (4.5) y Panamá (6.8), con tasas superiores a la media.

“Si la región tiene éxito en sus reformas para mejorar su productividad y no mejora la calidad de la educación se nos vendrían tiempo de mayor desigualdad”. Augusto de la Torre, economista jefe para AL del BM.

¿CÓMO ENFRENTAR LAS TENSIONES?

Se pide aceptar que cuando la economía latinoamericana empiece a recuperarse no se llegará a tasas de crecimiento promedios de cinco por ciento. Esto porque los factores positivos no se van a repetir, como fuerte crecimiento de China y alta demanda y por tanto de los precios de los commodities.

“Vale la pena que nuestro liderazgo político empiece a inter

nacionalizar, ante ausencias de reformas una región con bajas tasas de crecimiento vamos a entrar a tensiones”, dijo De la Torre.

La tensión mayor será entre sostener el crecimiento y la equidad social, dos cosas conseguidas “casi por arte de magia” en la última década.

De la Torre explica que un grupo pequeño de países tiene capacidad de hacer política monetaria contracíclica y sostener el empleo en corto plazo, sin poner en riesgo el crecimiento a largo plazo. “Son los países que tienen sistemas modernos de política monetaria, espacio para endeudarse porque sus deudas son bajas, que no enfrentan presiones inflacionarias y tienen sus cuentas fiscales en orden”, mencionó.

Para ellos, afirma, si es necesario será fácil bajar la tasa de interés, dejar que sus monedas se deprecien para sostener el empleo e incluso tomar de sus ahorros (Reservas Internacionales) y endeudarse prudentemente.

“Lamentablemente son pocos” países porque la mayoría “no tienen o tienen muy restringida su capacidad contracíclica”.

La gran preocupación expuesta por el BM en su informe “Desigualdad en una América Latina con menor crecimiento” es que los gobiernos entiendan que “a corto plazo lo más importante es mantener el nivel del empleo”.

Durante “los años de oro”, la región logró reducir la pobreza extrema a la mitad (12 por ciento en 2012) y duplicar las filas de la clase media a un 34 por ciento de la población. En 2012 el índice de Gini de desigualdad de los ingresos fue siete puntos más bajo que en 2003, debido en gran parte a una reducción de la brecha salarial en la región, rep

orta el informe del organismo.

“Este estudio sugiere que la conversación de la política pública es centrarse más en conservar el empleo que los salarios. En algunos países de hecho la capacidad de dejar que la moneda se deprecie en la desaceleración (de la economía) ayudaría a sostener el empleo”.

Insistió en que si se quiere expandir el crecimiento se necesitan reformas en favor de la productividad, pero acompañada de un aumento de la calidad de la educación, especialmente de los sistemas públicos.

Augusto De la Torre, economista jefe para América Latina  del BM, al presentar el informe.  LA PRENSA/ CORTESÍA
Augusto De la Torre, economista jefe para América Latina del BM, al presentar el informe.
LA PRENSA/ CORTESÍA

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