Nació en los Estados Unidos, pero escogió representar a Nicaragua, su país materno, desde el 2010. Se llama Ana Victoria Cate Aguilar, la futbolista que ya grabó su nombre en la historia del futbol femenino nicaragüenses.
En el 2013 marcó los dos goles que garantizaron la primera medalla plata de Nicaragua en esta disciplina, en los Juegos Centroamericanos de Costa Rica, y este año se convirtió en la primera mujer nicaragüense en jugar profesionalmente y en Europa.
La volante de madre nica y padre estadounidense, la temporada pasada militó en el FH Hafnarfjordur de la Primera División de Islandia. Estaba ahí solo para jugar, me pagaban por hacerlo. Tenía un contrato deportivo como cualquier jugador. Comía y bebía futbol, detalla Cate para dejar clara su condición de profesional.
Ana Cate llegó hasta Islandia por la conexión entre sus estudios y el futbol. En el equipo de la Universidad de Durham, Inglaterra, donde realizó su maestría, conoció a muchas jugadoras que habían dado el salto al futbol profesional. Y fue a través de una de ellas que contactó a un agente, quien le ayudó para cumplir su sueño.
Hice una prueba de una semana y después el club me pidió que regresara para la temporada, relata la volante nica, quien fue considerada la Jugadora Más Valiosa del equipo esta temporada.
Con 23 años, Ana Cate tiene un prometedor futuro profesional en lo deportivo y laboral. Su título universitario en Ciencias del Ejercicio y la maestría en Educación, los guardará para seguir creciendo como futbolista.
El FH Hafnarfjordur perdió la categoría, penúltimo con 12 puntos en una liga de 10 equipos, pero la volante nica seguirá en Islandia. El equipo me ofreció renovar para jugar en la Segunda División, pero no creo hacerlo porque tengo otras propuestas para seguir en Primera, asegura la primera futbolista en jugar profesionalmente.
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