El ministro venezolano de Exteriores, Rafael Ramírez, continuó ayer en Rusia la gira exterior destinada a buscar apoyo entre los exportadores de petróleo para frenar la caída en picada de los precios, tras la que Caracas ve la influencia de Estados Unidos.
“Para Venezuela el precio deseable serían los cien dólares por barril, cuando en junio era de 115 dólares, dijo Ramírez durante su visita el sábado a Irán, según informaron medios iraníes.
Tras visitar, por ese orden, Argelia, Catar e Irán, todos miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Ramírez visita Rusia, un país que no es miembro de ese influyente cartel.
No obstante, Rusia es el segundo mayor exportador de crudo, por lo que también está muy interesada en revertir la peligrosa tendencia, que ha provocado una depreciación de más del treinta por ciento de la moneda nacional, el rublo.
“Barajamos todos los escenarios posibles, incluida una catastrófica caída de los precios, lo que es totalmente posible”, advirtió esta semana el presidente ruso Vladimir Putin.
CAYÓ UN TERCIO
El petróleo ha perdido un tercio de su valor desde junio y el barril de Brent ha caído a los niveles de hace cuatro años, tras desplomarse ininterrumpidamente durante ocho semanas por vez primera desde 1988.
El objetivo de la gira de Ramírez, quien ya estuvo en Rusia en octubre pasado, es consensuar posturas de cara a la reunión que los miembros de la OPEP celebrarán en Viena el 27 de noviembre a iniciativa de Caracas.
“Estamos convencidos de que los precios están a un nivel excesivamente bajo. La inestabilidad en el mercado no favorece los intereses de nadie”, dijo durante la reunión con el ministro iraní de Petróleo, Biyan Namdar Zanganeh.
Ramírez da por hecho que la OPEP recortará la oferta para ayudar a contener la caída de los precios, por lo que, en su opinión, la intriga en la capital austríaca radicará únicamente en el porcentaje de reducción.
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