Casi la mitad de los gobernantes de América Latina en 2015, incluido el presidente inconstitucional Daniel Ortega, serán personas que ya han estado en el cargo en un período anterior, algunos hasta tres mandatos seguidos y con posibilidad de seguir en el puesto una vez que concluya el actual.
Cuando Tabaré Vázquez vuelva a la Presidencia de Uruguay el 1 de marzo de 2015, cinco años después de dejarla, los reelegidos serán nueve, uno menos que los gobernantes en su primer período.
En el primer grupo estarán los mandatarios de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Cuba, Chile, Ecuador, Nicaragua y Uruguay y en el segundo los de Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Venezuela.
La tendencia reeleccionista en la región data de los años noventa, pero ha cobrado más fuerza en el siglo XXI. En los años ochenta, recién superado en la mayoría de los países latinoamericanos el sombrío período de las dictaduras militares, nadie quería oír hablar de presidentes de larga duración.
En América Latina hay países que no permiten la reelección en ningún caso, como México, y otros que no permiten la consecutiva, es decir, que el presidente saliente debe dejar pasar un mandato para ser candidato, como es el caso de Uruguay, entre otros.
También hay algunos, como Argentina y Brasil, donde se puede ser reelegido consecutivamente, pero una sola vez y hay tres, Venezuela, Nicaragua y Cuba, en los que es posible ser reelegido de manera inmediata e indefinida.
Como presidente, Ortega ha estado en los períodos 1984-1990, 2007-2012 y ahora, en contra de la Constitución, está en el período 2012-2017. [/doap_box]A este último grupo puede sumarse Ecuador si prosperan las enmiendas que el movimiento oficialista Alianza País quiere hacer a la Constitución para liberar la reelección, hoy limitada a una sola ocasión.Cuando uno analiza el tema de las enmiendas constitucionales desde una óptica un poco más internacional (…) salta a la vista lo común y lo normal que es la reelección indefinida en tantas partes del mundo, dijo recientemente Guillaume Long, de Alianza País.
En la mayoría de las democracias europeas no existen límites de tiempo para permanecer en el poder siempre que los ciudadanos respalden con sus votos al candidato en cuestión, pero al mismo tiempo hay límites para el uso de los recursos del Estado para campañas electorales y reglas para que todos los candidatos compitan en igualdad de condiciones.
Según la letra de la Constitución de 2008, Correa, quien fue su principal promotor, no podría ser candidato en las elecciones de 2017, pues ya fue reelegido una vez desde que entró en vigor.
En Bolivia existe aún en la Constitución el mismo impedimento, pero con ayuda de una decisión judicial Evo Morales fue candidato en octubre pasado y resultó elegido con amplio respaldo de los votantes para el que será su tercer mandato consecutivo de cinco años, que comenzará en enero próximo y culminará en 2020.
Quiero decir al pueblo boliviano, no vamos a defraudar. Hemos acumulado una experiencia en casi nueve años de presidente y vicepresidente y como siempre vamos a estar al servicio del pueblo, sostuvo Morales al recibir la semana pasada sus credenciales para 2015.
El presidente cubano, Raúl Castro, reelegido por la Asamblea Nacional en 2013, por ahora no ha cambiado de postura sobre dejar el cargo al término de su actual segundo mandato y además ha anunciado que promoverá una reforma para limitar los mandatos políticos a diez años y establecer una edad máxima para ocupar las principales responsabilidades del país.
De los seis presidentes elegidos en 2014 en Latinoamérica, tres repiten el cargo, los de Bolivia, Chile y Uruguay, y los otros tres, Costa Rica, Panamá y El Salvador son nuevos en la plaza.
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