“¿Qué hizo el excongresista —David Rivera—, qué discutió con ellos, qué negocios hizo con ellos? Estoy fuera de eso, no sé, yo nunca lo hice, nunca me senté con esa gente —con los sandinistas a negociar su estadía en Nicaragua—. No sé qué habrá discutido él, dudo que haya sido algo que tenga que ver con mi persona porque entonces yo no hubiese estado en la cárcel”.
Así respondió la exestratega republicana Ana Alliegro, al ser consultada sobre si su estadía en Nicaragua fue negociada por el excongresista Rivera con el régimen del presidente inconstitucional Daniel Ortega, tras estallar el escándalo de financiación a un falso candidato electoral.
[doap_box title=”Alliegro no entiende a Ortega” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]En marzo pasado, dos hombres vestidos de civil detuvieron a Ana Alliegro a pocas calles de su residencia en Granada, iba rumbo al mercado local a realizar compras. Se rehusó a la detención y fue sometida por la fuerza y esposada. “Llamaron por radio y casi inmediatamente llegó un taxi, me montaron y me llevaron a la Policía”, relata.
Posteriormente la trasladaron a Managua, donde permaneció en una celda durante cuatro días, hasta el día de su deportación que llamaron a los medios de comunicación y la exhibieron esposada y escoltada por los pasillos del Aeropuerto Internacional en Managua, Augusto C. Sandino.
“No entiendo cómo es que (Daniel) Ortega se declara enemigo de Estados Unidos y negoció con mi país para entregarme”, dijo la exasesora política.
Alliegro estaba muy contenta en Granada. “Pero era una fantasía creada por David en cierto aspecto, no me enteraba de nada del caso, yo estaba haciendo un negocio y estaba asociada, abrí el salón, lo expandí y vivía en una casa bien bonita en Xalteva, hasta que me detuvieron”, expresó.
El juez le ha permitido trabajar para una agencia de mercadeo y publicidad en Miami, entre sus planes está escribir artículos periodísticos.[/doap_box]
La exasesora política residió 18 meses en Nicaragua y de acuerdo con fuentes consultadas eso solo pudo haber sido con el absoluto consentimiento del actual régimen sandinista.
A días de estallar el escándalo, Alliegro partió a Nicaragua, mientras Rivera se reunía con el diputado sandinista en el Parlamento Centroamericano (Parlacen), Daniel Ortega Reyes. La reunión fue en Miami, en septiembre del 2012. Un funcionario del Consulado de Nicaragua en Miami publicó la foto del encuentro en la que también aparece el excongresista estatal Alberto Gutman, quien cumplió prisión por acusaciones de corrupción, y diputados del izquierdista Frente Farabundo Martí (FMLN), de El Salvador.
Alliegro fue detenida durante cuatro días y luego expulsada de Nicaragua, en marzo del 2014, a solicitud del FBI. Permaneció seis meses en una prisión federal en Miami, de la que salió el 11 de septiembre pasado. Actualmente cumple una pena de seis meses de arresto domiciliario tras ser condenada por sus vínculos con el financiamiento ilegal de la campaña del excandidato fantasma al Congreso por el distrito 26, Justin Lamar Sternad.
“GOBIERNO DE ORTEGAES CORRUPTO”
Al ser consultada sobre si descartaba que el excongresista Rivera negoció con el régimen de Daniel Ortega su estadía en Nicaragua, Alliegro respondió: “No descarto nada, simplemente lo dudo mucho y no tuve parte en nada de eso, no tengo ningún informe que alguien haya hecho algo por mí”.
“Si David Rivera tuviera un interés en que yo permaneciera y arreglara mi situación en Nicaragua, yo hubiese tenido mi cédula —documento de identidad—, porque el gobierno actual nicaragüense es corrupto, se compra y se vende, así es que dudo mucho que él habló con los sandinistas para hacer algo por Ana Alliegro. Desde que yo regresé a este país — de Estados Unidos— como han visto, él no ha hecho nada por Ana Alliegro”, dijo la exasesora política.
De acuerdo con Alliegro, decidió irse a Nicaragua porque tenía referencias sobre el país. “Escogí Nicaragua porque me gusta el país, mi padre estuvo allá, tengo amistades aquí que son nicaragüenses y tenía un interés en conocer Centroamérica, pero que tenía contacto con alguien allá, no. Fui de turista, un día fui a Granada, me gustó y decidí quedarme”.
Alliegro sabía que era vigilada por el sistema a través de los Consejos del Poder Ciudadano (CPC). “Trabajan con la Policía, la Inteligencia nicaragüense involucra hasta a los taxistas, igual que en Cuba, le dan información al representante del barrio, en el caso mío estaba alertada que miembros de la Inteligencia nicaragüense estaban haciendo preguntas de mí a asociados míos”, explicó.
Al hablar con LA PRENSA, Alliegro contestó muy escuetamente:
El régimen sandinista mantiene vigilancia sobre quién entra y sale del país, sabía de su condición de estratega y vínculos con el congresista Rivera, ¿por qué cree que no la expulsó antes del país?
Porque cumplía con la ley y les estaba generando un buen negocio al atraer a turistas a mi negocio.
¿El congresista visitó Nicaragua para verse con usted?
No puedo hablar de eso.
¿Y en Costa Rica?
Tampoco puedo hablar de eso, es parte del caso.
Alliegro no puede hablar de algunos aspectos del caso porque permanece bajo investigación federal. Sin embargo, reportes migratorios de Costa Rica revelan el ingreso de Alliegro y David Rivera a ese país.
La exestratega reconoció que viajó a Costa Rica. Lo hizo en un par de ocasiones por un lapso de 72 horas, para volver a ingresar a Nicaragua, una actividad común a la que denominan “la vuelta del perrito”, que asegura realizan los extranjeros. Nicaragua permite estadía de noventa días en el país a los extranjeros.
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