[/doap_box][doap_box title=”Detalles de su carrera” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]Everth Cabrera nació en Nandaime, Granada, el 17 de noviembre de 1986. Mide 5.10 pies con 190 libras.Fue firmado el 11 de junio del 2004 por los Rockies de Colorado, desde que fue extraído por los Padres de San Diego el 11 de diciembre del 2008, durante el dratf de la regla 5.
Debutó en las Mayores en el 2009 y tras actuar en 481 juegos tiene un promedio de .248, debido a 430 hits en 1,733 turnos. Se ha robado 136 bases en 174 intentos, para un 78 por ciento de éxito.
En el 2012 lideró la Liga Nacional en robos con 44, pero en 2013 robó 37 y fue al Juego de Estrellas, aunque no entró en acción.
A sus 28 años tiene la oportunidad de relanzar su carrera.[/doap_box]
No resultaba difícil inclinar nuestra admiración hacia Everth Cabrera, después de verlo rebelarse contra prejuicios que niegan oportunidades a jugadores pequeños.
Apoyado en una velocidad electrizante, defensa segura y determinación firme, Cabrera se abrió paso hacia las Grandes Ligas, pero una vez allá, perdió la ruta.
Ayer recibió una oportunidad para reinventarse, cuando fue firmado por los Orioles de Baltimore en un pacto por un año y 2.45 millones dólares, sujeto aún a la aprobación del examen físico.
Después de ser vinculado a por lo menos diez equipos, Cabrera se unirá a los Orioles, como lo informó Alfredo González en nuestro país, y luego lo confirmó el Baltimore Sun.
Prefiero esperar que todo esté terminado antes de decir algo, comentó Everth Cabrera a LA PRENSA ayer. Lo mismo dijo en Baltimore el mánager Buck Showalter.
Cabrera, de 28 años, llega a los Orioles tras haber militado en parte de seis campañas para los Padres, con quienes actuó en 481 juegos, 461 de ellos como shorstop.
Sin embargo, sus mejores oportunidades podrían estar en segunda base, donde el curazaleño Jonathan Schoop es el titular.
Everth podría ser una mejor opción para la intermedia que el de Curazao, pero sobre todo, su aterrizaje es apreciado porque podría llenar la vacante de primer bate, tras la salida de Nick Markakis.
UN AÑO DECISIVO
Los Orioles no son los Yanquis o Boston, pero es un equipo competitivo y como están en la misma división que ellos, el nica tendrá una estupenda exposición mediática.
Eso significa que Cabrera se la va a jugar en el mejor escenario que ha tenido en su carrera hasta ahora. Pero o se luce y eleva sus acciones o se desploma y paraliza su futuro.
Baltimore ha tenido éxito en años recientes con jugadores, que al igual que Cabrera, han salido de problemas de suspensiones por su vínculo con sustancias prohibidas.
Los casos más recientes son Nelson Cruz y Delmon Young. El dominicano fue un éxito y Young ha probado su utilidad. Ahora es el turno del torpedero pinolero.
Además de su defensa, Cabrera podría tener un gran protagonismo en el line up de Baltimore con su velocidad. El año pasado, los Orioles fueron últimos con 44 robos.
El nica robó 44 bases en el 2012, pese a jugar solo en 115 juegos. En el 2013 estafó 37 colchonetas en 95 juegos, antes de irse a cumplir la suspensión de cincuenta partidos.
Pero en Baltimore necesita poner en acción todo su arsenal si desea dar continuidad a su carrera, con un desempeño fuera del campo que debe ser ejemplar, porque estará bajo escrutinio constante.
“Ya me he equivocado mucho como para seguir desperdiciando las oportunidades que la vida me está brindando. Espero que todo finalice bien para poder concentrarme en el juego. Yo no puedo seguir con mis errores. Tengo que cambiar y así será”. Everth Cabrera, bigleaguer.
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