[doap_box title=”” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]136 bases ha robado en su carrera en las Grandes Ligas Everth Cabrera, lo que constituye la máxima cifra para un jugador de Nicaragua. Marvin Benard se estafó 105 bases, mientras David Green, 68.[/doap_box][doap_box title=”Momento clave” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]Everth Cabrera, afectado en su prestigio por la suspensión de cincuenta juegos por su vínculo con la clínica Biogénesis de Florida, enfrenta un momento clave en su carrera. Podría brillar y quedar ante un gran contrato o termina de derretirse como jugador.
Antes de Cabrera los Orioles tuvieron a los nicaragüenses Denis Martínez (1976) y Antonio Chévez (1977), lo mismo que una buena cantidad en las Ligas Menores, incluyendo a Gersán Jarquín, Luis Peralta, Yamil Ríos y Rusell Ramírez, entre otros, firmados por Julio Blanco Herrera.[/doap_box]
Luego de una prolongada espera, Everth Cabrera ya tiene una idea clara de cuál será su escenario en la próxima temporada.
El nandaimeño ha alcanzado un acuerdo con los Orioles de Baltimore por un año y 2.45 millones de dólares, aún sujeto a la aprobación del examen físico.
La información confirmada por el diario The Baltimore Sun, que cita a fuentes del equipo de los Orioles, señala además que Cabrera podría encajar como el primer bate del club y probablemente podría jugar en la segunda base.
Cabrera, quien fue vinculado por diarios estadounidenses a varios equipos que habían expresado interés en sus servicios, viene de un 2014 con más sombras que luces.
Además de lesionarse en dos ocasiones, lo que redujo drásticamente su tiempo de juego, el nandaimeño fue detenido por la Policía por supuestamente conducir bajo influencia de marihuana.
Su caso aún está abierto y será ventilado en la corte el próximo 13 de abril. Antes, en 2013, había sido suspendido durante cincuenta juegos, por sus nexos con el escándalo de la clínica Biogénesis, acusada de proveer sustancias prohibidas a atletas.
No obstante, para los Orioles tuvo más peso su velocidad en las bases, su seguridad defensiva y su aporte al bate que sus dificultades fuera del terreno de juego.
Cabrera es citado en The Baltimore Sun como un probable respaldo para J.J. Hardy en el shorstop, pero también como rival para Jonathan Schoop en segunda base y hasta como comodín en el infield.
Cabrera ha sido un campo corto durante toda su carrera en Grandes Ligas, pero Hardy firmó una extensión de tres años al final de la temporada pasada. Así que Cabrera podría tener mayor chance de jugar en segunda base, dice el diario.
Schoop, el actual segunda base, es un joven pelotero de Curazao, que bateó 16 jonrones en su campaña de novato en el 2014, pero su promedio al bate, de .209 y .244 al embasarse, abren oportunidades al nica.
Con la incorporación de Cabrera, los Orioles añaden una de las principales amenazas de robos de base en el juego y una opción legítima de primer bate que podría ayudar a reemplazar el vacío creado por la partida del jardinero Nick Markakis a los Bravos de Atlanta, agrega el diario de Baltimore.
Cabrera, de 28 años, es un bateador de .248 en su carrera de seis temporadas en las Grandes Ligas, pero ha tenido como principal virtud su velocidad en las colchonetas. En el 2012 fue líder en robos en la Liga Nacional con 44 estafas.
Su llegada a los Orioles le va a permitir mucha exposición en los medios, por lo que se presume que va hacia un momento clave en su carrera o impacta y eleva el valor de sus acciones o se desmorona.
El anuncio oficial por parte de los Orioles podría ser hecho hoy una vez que sean conocidos los detalles de la examinación médica practicada al jugador nicaragüense.
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