A 25 años del milagro
Hoy 25 de febrero se cumplen 25 años del milagroso acontecimiento histórico, cuando gracias a Dios Nicaragua se liberó del yugo de la dictadura militar sandinista en las primeras elecciones libres, honestas y transparentes, resultando vencedora doña Violeta Barrios viuda de Chamorro, una dama muy noble, humilde y de buenas intenciones.
Doña Violeta y la Unión Nacional Opositora (UNO) derrotaron a Daniel Ortega y el FSLN que representaban la pesadilla de vivir en el infierno con una nación sumergida en la guerra, la miseria, el exilio, confiscaciones, presos políticos, racionamientos de alimentos o bienes de necesidad en cantidades irrisorias y tantas privaciones a la que sometieron y humillaron a los nicaragüenses mientras la cúpula del sandinismo vivía en la abundancia y el derroche, endiosados por su ideología radical.
Después de alcanzar la ansiada paz, las circunstancias empeoraron ya que líderes políticos y demócratas comenzaron a devorarse entre ellos por ambiciones desmedidas, se corrompieron cínicamente y al llegar a la silla de un puesto público se olvidaron de la gente que les dio un voto de confianza actuando insensibles a sus necesidades. Sus negocios florecieron y engordaron a la sombra de papá gobierno, haciéndose ricos con impunidad.
Este escenario fue aprovechado explotándolo al máximo por Ortega y los sandinistas con sabotaje y chantajes políticos mediante las salvajes e interminables asonadas y violencia callejera, echando a perder los pocos esfuerzos de los gobiernos democráticos para levantar al país de los escombros en que ellos lo habían dejado y hacerlos parecer como fracasados e ineptos.
Al perder las elecciones los sandinistas se retiraron deprimidos a la oposición, pero llenos de odio y rencor, jurando venganza sin tregua, permanecieron unidos y cohesionados en un mismo objetivo de volver al poder alrededor del liderazgo de Ortega.
Así allanaron el camino de su retorno siniestro al gobierno que hoy como ayer nos asfixia, nos atemoriza, nos excluye, margina, discrimina y también suprime los derechos y libertades.
Mientras la oposición no demuestre a la opinión pública que puede ser mejor que Ortega, superando sus logros y exitosos emprendimientos, el pueblo en su gran mayoría no se animará en exponerse a darles el voto y tendremos a este codicioso régimen gobernando por muchos largos años con lamentables consecuencias para todos. Dios nos castiga por nuestra soberbia hasta que aprendamos humildad y no pierdo la fe que llegará el día cuando Él escuchará nuestra plegaria y acabará la opresión con otro milagro. Pero primero tenemos que merecerlo.
Marlon José Navarrete Espinoza
Violeta por siempre
Hace 25 años que se empezó a construir los cimientos de la verdadera democracia en Nicaragua, de la mano de una mujer demócrata y excepcional que como nadie puso su dedicación y disciplina absoluta para lograrlo. Ella es Violeta Barrios de Chamorro. No pasa desapercibido aquel 25 de febrero de 1990 en la memoria, cuando todo el pueblo fue convocado masivamente a las urnas para borrar de una vez por todas la cruenta realidad en que la dictadura comunista de los comandantes sandinistas tenía sometida a toda una nación.
La dictadura comunista de los comandantes, la peor que se registra en la historia, tenía al país al borde del abismo, ahogando a los nicaragüenses en una cruenta guerra y colapsados económicamente. Muerte y luto era el color de los días en aquellos años ochenta. Todo se derrumbaba por el desgobierno de una revolución que no suplió las aspiraciones de un pueblo.
El pueblo respondió al llamado y propició la unidad dirigida por doña Violeta y un grupo de patriotas que creyeron que era posible darle un cambio a la realidad que nos absorbía. Los sueños de la República, de la que tanto nos habló Pedro Joaquín Chamorro Cardenal hasta su muerte, llegaba de la conciencia de un pueblo que se manifestó en las urnas para decir ¡basta ya! de dictaduras y que nuestra patria no sea rehén de la codicia y beneficio personal de unos pocos políticos y dictaduras.
¡Cuántos logros hechos realidad podemos enumerar de la mano de la grandiosa Violeta! Pasamos de la guerra a la paz, del totalitarismo a la democracia, de una economía centralizada y planificada a una economía libre, la construcción de un Estado de derecho. También se logró la verdadera separación de los poderes del Estado, hubo plena vigencia de las libertades públicas, la elección de autoridades a través del voto democrático quedó institucionalizado. También se dio el sometimiento del Ejército y la Policía al poder civil, este hecho se dio por primera vez en la historia de Nicaragua.
Hoy el legado de doña Violeta ha sido borrado, porque estamos retrocediendo. De aquellos logros que se empezaron a construir aquel 25 de febrero de 1990 solo queda el recuerdo.
Estamos ante la instalación del regreso de una dictadura, de los mismos que hicieron daño ayer, son los que han regresado para continuar sometiendo a un pueblo a los esbirros de sus deseos y codicias.
No hay democracia cuando los poderes del Estado están bajo las órdenes exclusivas del gobernante. No hay democracia cuando la población sigue emigrando porque no hay trabajo… Todo se ha perdido.
Nicaragua está secuestrada, está sometida a la maniática voluntad de la familia Ortega-Murillo. Deben de recordar que todo en la vida se acaba, y que nada ni nadie es imprescindible. Una dictadura no es para siempre. Ni se crean que porque los aplaudan en la plaza o en la esquina coloquen la bandera del partido, la gente está contenta.
El legado de doña Violeta en los momentos de incertidumbre que vive la Patria es motivo suficiente de inspiración para replantear la lucha, la misma que hicimos aquel 25 de febrero de 1990, para volver a recuperar la Nicaragua que se nos ha escapado de las manos.
Todos estamos en la obligación de ser partícipes por un futuro mejor para las nuevas generaciones. Necesitamos a muchas Violeta, que tengan las agallas de enfrentarse al monstruo destructor de la democracia y la libertad en Nicaragua. Para que esta vez sí podamos conservar la democracia que tanto nos ha costado.
Tenemos que volver a la República que hemos soñado.
José Daniel Duarte
Populismo vs. democracia
A través de los años he visto dictaduras, terremotos, tsunamis, guerras mundiales y guerra civil, en carne propia; pero lo que nunca había experimentado es este nuevo fenómeno que ahora llaman “populismo” que no es otra cosa que en el siglo pasado se llamó: “nacionalsocialismo” (nazi en Alemania y fascismo en Italia) que igual, no es otra cosa que la perpetuación de dictadores que arrastraron a las masas fanatizadas con discursos mesiánicos que esos demagogos muy bien saben aprovechar.
Viendo los ejemplos de Venezuela, Ecuador, Perú y Nicaragua, pienso que estamos en los albores de la III Guerra Mundial. A mi juicio lo que estamos viviendo no es otra guerra fría, como se dice por ahí, sino el desarrollo pleno de una guerra tibia que con los planes expansionistas de Putin (Crimea y Ucrania) que busca alianzas con los líderes de estos países, para que si no pueden apoyarlos en los foros internacionales al menos se hagan de la vista gorda ante las atrocidades que cometen sus tropas en contra de países que solo buscan su libertad y no vivir sometidos a estos nuevos expansionistas.
Pero estos, como hemos visto a través de la historia, siempre han sido derrotados por el ansia de la libertad y la fuerza de la democracia.
William Roberto Cruz Sánchez