La humilde Selección de Anguila arribó anoche llena de ilusiones. Los Delfines futboleros, como son conocidos, apelan repetir el inesperado triunfo de Bután, la última del ranking FIFA compuesto por 209 federaciones, sobre Sri Lanka, el pasado 17 de marzo en el partido de ida de la eliminatoria mundialista Rusia 2018, misma fase y contexto a la que se enfrentarán mañana a la Azul y Blanco.
“No es sorpresa lo que pasó con Bután, todo es suerte y hoy en el futbol todo es posible porque todos estamos con el mismo nivel. En el campo no se sabe lo que puede pasar, solo después de los noventa minutos”, alega el seleccionador nacional de Anguila, el polaco Richard Orlowski.
Cobijados con ese espíritu, los caribeños olvidaron su realidad futbolística: el equipo lo componen trabajadores de la construcción, banqueros, profesores y constructores de barcos.
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