Miguel Bosé se siente hoy por hoy “fuera de las modas” que, en su opinión, dictaminan los aforos completos en los conciertos en España.
“Este es el año de Pablo Alborán y de Joaquín Sabina”, apunta. No obstante, este “adicto al escenario” ha vuelto a prescribirse una gran gira mundial. O debería llamarlo “¿terapia?”.
“Me he subido al escenario con cuarenta de fiebre y he bajado sin ella. He actuado con un tobillo torcido y se me ha arreglado allí y he empezado un concierto queriendo matar al mundo y he salido suave como un guante. Cualquier problema se me esfuma sobre el escenario, es tan beneficioso para mí como la meditación y el yoga”, afirma el cantante.
AMO, SU RECIENTE DISCO
En una entrevista con Efe en su casa de Madrid, el músico, que recientemente publicó su vigésimo disco de estudio, Amo , se muestra entusiasmado con su nuevo “tour”, un aspecto de su carrera que, como es bien sabido, mima hasta el detalle junto a un equipo muy estable de profesionales internacionales.
En este repertorio, sonarán las canciones de Amo , dos o tres temas míticos de culto que hacía tiempo que no rescataba en sus conciertos y grandes éxitos de siempre como, Bandido , pero en sus versiones originales (ligeramente actualizadas).
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