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¿Yo “Workaholic”?

Es normal que todos querramos esforzarnos por cumplir las labores asignadas en el trabajo, pues esto dice mucho de nuestras capacidades y nos asegura el éxito profesional.

Es normal que todos querramos esforzarnos por cumplir las labores asignadas en el trabajo, pues esto dice mucho de nuestras capacidades y nos asegura el éxito profesional.

Sin embargo, cuando ese afán por darlo todo llega a un punto excesivo, puede ser indicativo de un desorden de personalidad conocido como “worckaholic” o adicción al trabajo.

Identifícalo

La adicción al trabajo, “al igual que las otras adicciones, se basa en un comportamiento compulsivo, así que estas personas tienden a permanecer en el trabajo, hablar siempre de trabajo y hacer actividades relacionadas con el trabajo, incluso en su tiempo libre”, sostiene la psicóloga Natalia Salgado.

Agrega que pueden existir dos tipos de personas adictas al trabajo; unas muy enfocadas en metas, por lo general con alta posición dentro de la compañía, que están en busca de competencia y se motivan por la ambición. El otro tipo, son personas muy introvertidas que se centran en su trabajo para no relacionarse con los demás. En ambos casos la psicóloga cree que se trata de llenar un vacío o evadir una responsabilidad.

“Por ejemplo, hay personas que suelen salir tarde del trabajo para evitar un conflicto con la pareja o evitar atender a sus hijos (…), y para que no les estén reclamando o señalando, la persona pasa trabajando”, afirma Salgado.

¿Cómo nos afecta?

La especialista señala que se daña principalmente a la familia, porque la persona está mucho tiempo haciendo actividades sola y empiezan a resentirlo. Generalmente el cónyuge es quien reclama primero tiempo y atenciones; posteriormente los hijos, quienes perciben un mensaje de rechazo “no eres mi prioridad, no tengo por qué dedicarte tiempo, tus cosas para mí no son importantes”. Esto provoca que los hijos crezcan con baja autoestima. Según la psicóloga, hay estudios que revelan que estos son niños que tienen problemas para respetar la autoridad y son más agresivos.

—En el ámbito laboral, son personas a quienes les cuesta convivir con sus compañeros y estos suelen calificarlos de ambiciosos.

“Si es un jefe, le cuesta delegar y prefiere hacerlo todo, revisar todo o volver a hacer lo que hizo su equipo, porque así se asegura de que queda mejor. Los compañeros, sienten que su trabajo no es valorado, que no se les reconoce el esfuerzo o que los aportes que ellos hacen no son valiosos para el resultado del trabajo común”, explica la psicóloga, quien agrega que esto sucede porque un “workaholic” siente mucha necesidad de control.

Y por último se afecta la salud, porque este tipo de personas suele dormir poco, no come a la hora adecuada y está constantemente sometido a un fuerte estrés; lo que podría generar problemas cardiovasculares y de hipertensión.

¿Qué hacer?

En ocasiones resulta difícil reconocer a un “workaholic”, pues en la mayoría de empresas, la persona que trabaja mucho es bien vista y además es una enfermedad de este siglo, promovida por la presión social de ser “exitoso”. No obstante, debes evaluarte con franqueza y si estás dejando a tu familia de un lado es importante que tomes acciones como estas:

Identifica qué te está llevando a refugiarte en el trabajo y trata de superar esos conflictos para iniciar tu “rehabilitación”.

Pide el apoyo de tus seres queridos.

Escoge una actividad que te guste y dedícale tiempo para liberarte del estrés del trabajo.

Nosotras adictos al trabajo Workaholic archivo

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