Francisco Javier Ponce Sanarrusia, uno de los seis detenidos este martes en misteriosas redadas en Rivas, apareció ayer ahorcado en el interior de las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocidas como El Chipote, en Managua, según un comunicado de la Policía Nacional.
De acuerdo con el comunicado, en horas de la madrugada de este domingo el oficial de control de detenidos realizaba la ronda de revisión y encontró el cuerpo de Ponce Sanarrusia suspendido del techo de la celda, ya sin vida.
“Me lo mataron, a mi hijo me lo mataron, porque ellos lo tenían todo golpeado. El Gobierno eso es lo que hace, mandar a matar a la gente para callarles la boca, mi hijo era muy macho y no se iba a quitar la vida de esa manera”, dijo destrozada doña María Luisa Sanarrusia Oliva, de 57 años, madre del occiso.
Francisco Javier Ponce Sanarrusia, de 30 años, fue detenido el martes 28 de abril por encapuchados, llevado sin paradero conocido y sin que se le abriera un proceso judicial como establece nuestra legislación.
El juez ejecutor nombrado por el TAM, Santos Andino Solís, llegó ayer a la delegación policial de Rivas atendiendo un recurso de exhibición personal a favor de Francisco Javier Ponce Sanarrusia y fue atendido por el comisionado Denis Valerio Pérez, quien le expresó que Ponce Sanarrusia no se encontraba detenido, a pesar de que dentro de la sede policial rivense los familiares de Ponce Sanarrusia identificaron su camioneta y una motocicleta roja con blanco, que le fue ocupada cuando lo detuvieron, indicó Andino Solís.
LIBERAN A CUATRO
Ayer mismo la Policía dejó en libertad a cuatro de los ciudadanos que fueron detenidos en esa misteriosa redada del martes 28 de abril, ejecutada por oficiales de civil y encapuchados, quienes luego del arresto los trasladaron a la capital sin dar explicación alguna a sus familiares, sin mostrar orden judicial y sin abrirles un proceso ante un juez competente.
Extraoficialmente se conoció que quienes obtuvieron su libertad son Margarita Santana Espinoza, originaria de Rivas; Michelle Soledad Morales Hurtado, de Tola; y Martha Acevedo Obando y Raudy Ramón Salgado, ambos de Sotacaballos, comunidad fronteriza con Costa Rica.
Aún sigue sin aparecer Jean Carlos Jarquín Pérez.
Los cuatro detenidos lograron su libertad a las 11:50 a.m. de ayer domingo, luego que dos jueces ejecutores se presentaran a la sede policial rivense para preguntar por ellos y en Auxilio Judicial de Rivas les dijeron que no se encontraban recluidos en esas celdas preventivas.
El abogado Israel Zelaya Rivas, nombrado juez ejecutor por el Tribunal de Apelaciones de Managua (TAM), el viernes primero de mayo no logró pasar del portón de la Dirección de Auxilio Judicial en Managua. Ayer domingo, Zelaya Rivas llegó hasta Rivas y fue recibido por el jefe de Auxilio Judicial de la Policía de este departamento, comisionado Denis Valerio Pérez, quien dijo que no podía dar ninguna información de los detenidos, porque era un trabajo operativo de la Policía Nacional en Managua.
En su comunicado de ayer, la Policía por primera vez acepta que Francisco Javier Ponce Sanarrusia “estaba siendo investigado por vinculaciones a la muerte del oficial del Ejército de Nicaragua Rafael Delgadillo Mora, ocurrido en la ciudad de Rivas hace dos semanas”.
La adolorida madre dijo entre llantos que es sospechoso el hecho de que la Policía Nacional se haya llevado a su hijo y lo tuviera como secuestrado, incomunicado y sin permitirle el derecho a defenderse con un abogado que lo represente y se entrevistara con él, “porque con nadie lo dejaron hablar ni lo dejaron ver”, señaló.
LIBERADOS NO HABLAN
Margarita Pérez, de 43 años, madre de Jean Carlos Jarquín Pérez, indicó que es una injusticia la que están cometiendo con su hijo, que es apenas un joven de 19 años. “Él no se mete con nadie, es un buen muchacho, yo les pido que se pongan la mano en la conciencia”, afirmó.
Félix Antonio Morales Chávez, padre de la joven Michelle Soledad Morales Hurtado, dio gracias a Dios porque se demostró que su hija era inocente y fue puesta en libertad casi al mediodía de ayer domingo y apuntó que posiblemente ella necesite de ayuda psicológica, por toda la situación que la hicieron pasar, comentó.
Ninguno de los cuatro liberados quiso hablar en público y prefirieron ir a recluirse con sus familiares.
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