Al menos 43 muertos dejó ayer un enfrentamiento entre civiles armados y fuerzas de seguridad en los límites de los estados de Michoacán y Jalisco, ubicando este tiroteo como uno de los más sangrientos de la lucha antidrogas.
El gobernador de Michoacán, Salvador Jara, admitió en la tarde que entre 30 y 40 personas fallecieron en el enfrentamiento en la comunidad Tinaja de Vargas, municipio de Tanhuato, aunque aclaró que se trataba de una información preliminar. Jara señaló que “es muy probable” que los hombres armados pertenezcan al poderoso cártel Jalisco Nueva Generación, que en los últimos meses se ha convertido en el enemigo número 1 del Gobierno.
El alcalde de Tanhuato, José Ignacio Cuevas, dijo a la misma emisora que tenía el reporte de 42 civiles muertos y un agente de la Policía Federal.
Jara explicó que el enfrentamiento comenzó cuando fuerzas de seguridad detuvieron un vehículo sospechoso, desde el cual comenzaron a disparar a los uniformados. Los civiles armados se internaron en una zona rural y se atrincheraron en un rancho cercano, donde se registró el mayor tiroteo, según Radio Fórmula.
Este es uno de los enfrentamientos más cruentos desde que el expresidente Felipe Calderón lanzó a finales de 2006 un amplio operativo militar contra los cárteles de la droga, cuyo primer despliegue fue en Michoacán, región que para su sucesor Enrique Peña Nieto es uno de sus principales desafíos en seguridad.
Tanhuato, de 15,000 habitantes, está en los límites con el Estado de Jalisco, donde el Gobierno ha desplegado un fuerte operativo militar contra Jalisco Nueva Generación, cártel que el 1 de mayo derribó un helicóptero militar, que dejó ocho militares muertos.
También perpetró una emboscada en abril que dejó 15 policías muertos, el peor ataque contra fuerzas de seguridad en la lucha antidrogas. En marzo mató a cinco miembros del cuerpo federal de Gendarmería en otra emboscada en Ocotlán (Jalisco).
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