Tilba, es una palabra miskita y significa danto. Tilba también es el nombre que recibió una tapir (danto) que nació el 17 de mayo de este año en el Centro de Reproducción que tiene el Zoológico Nacional.
Esta bebé tapir es la décima que ha nacido en cautiverio en el Zoológico Nacional, gracias al Proyecto Tapir Nicaragua que desarrolla el médico veterinario Eduardo Sacasa y Christopher Jordan, de la Universidad Estatal de Michigan.
La pequeña Tilba que nació pesando 19 libras, con 11 días de nacida ya pesa 26 y aún se alimenta de la leche que produce su madre Rosita.
El Proyecto Tapir Nicaragua es desarrollado en la costa Caribe, hábitat de esta especie. Según el doctor Sacasa, “Nicaragua debería llenarse de orgullo porque somos uno de los países en el mundo que más producimos tapires en cautiverio”.
La conservación de tapires es complicada. Solo el período de gestación dura cuatrocientos días, a eso se le suman unos dos años que es el tiempo que la madre acompaña a la cría en su hábitat natural.
Además de la reproducción en cautiverio, el Proyecto Tapir Nicaragua tiene seis años de estar trabajando en el monitoreo de tapires y toda la fauna que se detecta en unas cien cámaras trampas instaladas en las zonas de Wawashang, Karawala y río Indio.
El tapir tiene como principal amenaza la caza para comercio de su carne, por ello, según el monitoreo del proyecto la población de tapires se estima ronda entre quinientos y seiscientos individuos.
“Hacemos un llamado a las empresas que nos ayuden a construir jaulas aquí porque estamos pasando unas necesidades horribles. El proyecto, en un inicio fue patrocinado por la Fundación Disney, la Universidad Estatal de Michigan y el doctor Christoper Jordan que anda consiguiendo por todos lados fondos para poder continuar el proyecto”, afirmó Sacasa.
El sueño de libertad
Para el doctor Eduardo Sacasa, el siguiente paso luego de haber logrado con éxito la reproducción en cautiverio de los tapires es regresarlos a su hábitat natural.
“Tenemos pensado llevar tapires nacidos en cautiverio para liberarlos. Primero van a pasar un proceso en una jaula que tiene casi dos hectáreas, ese es el primer paso, ya tenemos una”, expresó Sacasa.
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