La impresión que el caricaturista Julien Berjeaut tiene de Nicaragua no puede ser buena. Aprovechando la invitación del escritor nicaragüense Sergio Ramírez para participar en la tercera edición del foro literario Centroamérica Cuenta, en Managua, el 19 de mayo pasado, el francés apodado “Jul” tejió un itinerario por varios países de la región y lo cumplió a cabalidad participando en mesas redondas y coloquios, a excepción de Nicaragua, donde el gobierno del presidente inconstitucional Daniel Ortega le prohibió el ingreso.
La noticia hizo ruido en el mundo, porque “Jul”, dibujante de prensa freelance, fue colaborador del semanario satírico galo Charlie Hebdo , cuya sede fue víctima de un atentado el pasado 7 de enero, en París, donde 12 de sus trabajadores fueron asesinados por extremistas islámicos. El rotativo nacional más antiguo de Francia, Le Figaro, publicó a finales de mayo pasado la reacción del dibujante, extrañándose por lo acontecido.
“Yo no trabajo con Charlie Hebdo desde hace cinco años y no fui invitado como tal para Centroamérica Cuenta. Fui invitado como dibujante de prensa en general. Esta interdicción no es un ataque contra Charlie ( Hebdo )”, dijo Berjeaut, quien a la vez manifestó no saber el porqué de la decisión migratoria y dejó entrever que el ataque que esta logra, entonces, es contra la prensa en general.
Por su parte, un artículo de opinión de Julio Muñoz, exdirector de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), publicado por el diario El País de Uruguay, señaló que la medida del gobierno nicaragüense “amordaza al periodista y no lo deja cumplir con su labor”.
“Estas son trabas directas contra el periodismo, la misión es acallar al periodista, cuando el centro del trabajo reporteril es la independencia y la libertad para movilizarse sin pedir permiso a nadie. Es fácil en Venezuela, Nicaragua o Ecuador eliminar el mensaje, solo basta con eliminar al mensajero”, escribió Muñoz.
En tanto, el sitio web mexicano Solo Opiniones publicó un artículo recalcando que Ortega expresó en enero pasado la solidaridad del Estado de Nicaragua a Francois Hollande, presidente de Francia, por los ataques contra Charlie Hebdo y que ese gesto hace disonancia con la prohibición a “Jul”, porque este venía a participar en una charla titulada El humor frente a la barbarie, homenaje a Charlie Hebdo y a la libertad de expresión .
El Gobierno de Nicaragua no dio explicaciones de su negativa al ingreso de “Jul” y el embajador de Francia en el país, Antoine Joly, declaró que tampoco él conocía el motivo.
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