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Manuel Díaz, el “todólogo” detrás de la web de Bacanalnica.

El profano bacanal

Un septiembre de 2008 hizo el anuncio de que vendría un iceberg a Nicaragua, supuestamente, acabaría con el calor del verano y le daría al país un ambiente bajo cero, que sería “más que un experiencia, sino un estilo de vida”.

Un septiembre de 2008 hizo el anuncio de que vendría un iceberg a Nicaragua, supuestamente, acabaría con el calor del verano y le daría al país un ambiente bajo cero, que sería “más que un experiencia, sino un estilo de vida”. Hace semanas publicó y dio seguimiento al escándalo de un policía que agredió a una menor de edad en pleno día en la Plaza de las Victorias y meses antes siguió por días el escándalo de una presentadora que fue despedida de la televisión nacional por supuestas “intrigas”. De lo más reciente: diez preguntas hilarantes a “Charlie Charlie”. En teoría, el que escribe todas estas noticias de la farándula, nacionales e internacionales, es joven, irreverente, de unos 19 a 25 años que sale de secundaria o aún va a la universidad. Es un chavalo polémico, “que todo lo quiere hacer broma”. Pero en la realidad quien está detrás del computador es un adulto de 39 años, que logra encarnar todas las mañanas —a veces algunas tardes— a ese chavalo burlón que crea polémica hasta en los momentos menos adecuados.

“Eso pasó cuando puse un tuit famoso, el de la pared, mucha gente no entendió la intención y se hizo todo un lío. Pero ya luego lo solucionamos”, comenta Manuel Díaz, mientras ríe al recordar el “alboroto” que se le armó por tuitear la frase: “Te cayó una pared encima mientras dormías? No? Entonces hoy es un excelente día, andá aprovechalo!”, después de que durante dos horas de lluvia toda una familia falleciera por un derrumbe en el barrio 18 de Mayo, en Managua.

Manuel Díaz es muy diferente de como se lee en el Blog de Bacanalnica, no deja su tono serio para explicar la historia de ese sitio que actualmente tiene un promedio de diez mil visitas por día (sin contar likes o retuits en redes sociales). Según él, en el 2001 tres personas más que habían sido sus compañeros de clases en el Colegio Alemán Nicaragüense lo invitaron para formar parte de un proyecto, simplemente “porque en ese entonces el único que sabía manejar bien internet era yo. “Ahí nacieron dos empresas que han pasado por varias manos, incluyendo las mías, pero que ahora están totalmente a mi cargo, desde hace más o menos un año”, explica Díaz. Estas son ListoMarketing y, por supuesto, Bacanalnica.

Bacanalnica y sus dueños han aprovechado todo lo que causa furor en cada momento. En sus inicios los conciertos y las fotos eran la fórmula mágica que provocaba la explosión de la red. Claro, antes de que existieran las redes sociales, dice Díaz. Él y sus socios tenían vidas sociales muy activas y las aprovechaban para combinarlas con trabajo. Su trabajo era tomar fotografías de muchachos “bacanaleros” y subirlas al sitio. “Todos querían ver cómo habían salido y cuando nos veían con una cámara al cuello se emocionaban y gritaban: ¡Foto!”, recuerda Díaz.

Más tarde, con la evolución de la tecnología, el perfil del sitio cambió totalmente, pues no era novedad ver a alguien con una cámara dispuesto a capturar la noche de fiesta cuando todos tenían su cámara en la bolsa: el celular. Pero Bacanalnica no murió y fue cuando nació el foro, una idea de los socios para mantener viva y activa la página. “El foro también fue antes de la aparición de redes sociales y bastaba colocar una entrada para que todos los internautas entablaran conversación”, cuenta Díaz, todo un empresario estos días. La temática era: “lo que sea”, dice Díaz, quien además asegura que Bacanalnica siempre ha sido una revista de entretenimiento en internet.

Más tarde nació el Blog, entonces se crearon secciones y diferentes contenidos que tomaron ese tono irreverente que se ha mantenido hasta hoy. Según Díaz, detrás de ese teclado han pasado infinidad de personajes.

Desde sus socios en un tiempo, hasta periodistas contratados para ese papel en específico. “Quizás unas cien personas han hecho esa redacción”, sostiene Manuel, pero agrega que desde el año pasado es él quien se ha quedado a cargo de todo lo que se hace y publica para armar ese “bacanal”.

Sus días empiezan temprano y totalmente conectado. Su computadora tiene mil sitios y ventanas abiertas al mismo tiempo y en su celular no dejan de sonar las notificaciones. Según Manuel, esa es al única forma de mantener la web alimentada siempre y de poder escoger el contenido adecuado para su red de lectores, quienes esperan los artículos diarios que se suben a la página. Estos suelen ser cuatro, si es que no sucede nada “fuera de lo común”, que obligue a Manuel a actualizar el sitio más allá de mediodía.

En cuanto a dinero, Díaz no parece tener muchas preocupaciones, aunque no se atreve a comentar la cantidad de ingresos que le genera el sitio y nada más especifica que “los primeros años no generaba y era prácticamente subsidiado por la otra empresa, pero ahora se mantiene y genera solo”. “Para mí es la excusa perfecta para decirle a mi esposa que estoy ‘trabajando”, ríe Manuel.

En Bacanalnica, como en muchos otros diarios, lo que le mantiene es la publicidad. Es con anuncios que se mueve el dinero. Además se tienen convenios con empresas promotoras de eventos y así logran tener una agenda actualizada todas las semanas.

Y en cuanto a los problemas, además de ciertos conflictos con los socios y uno que otro período corto de inactividad, las más prietas las vio Díaz cuando le tocó una auditoría, bueno, no una, como tres: “nos auditó la Alcaldía, el INSS y hasta el Ministerio de Hacienda. Esa fue la más seria”, cuenta el bloguero, quien también asegura que casi no se salva de una multa millonaria.

Con respecto a la temática, Manuel escoge lo que está en el momento y según asegura no le teme al Gobierno y aunque no lo tiene comprobado, piensa que quizás eso tuvo que ver en el azar que le valió ser objeto de esas auditorías. “Porque cuando sos chavalo, nadie quiere pagar INSS, lo ves como un gasto innecesario. Además, me preguntás todavía y los libros de contabilidad me confunden, pero tuvimos la suerte de que llegaran esas auditorías de tres instituciones del Estado. Suerte sí, tal vez”, dice Manuel, quien asegura que está esperando ansioso que se acerquen las elecciones, pues tiene muchas expectativas del contenido que podrá crear con tanto material político rondando en el aire.

La Prensa Domingo Bacanalnica Manuel Díaz archivo

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