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Iván de Jesús Pereira

Discurso con olor de santidad

Mariano Dubón, conocido en León, como San Mariano de Nicaragua, como lo consagrase Santiago Argüello. /Padre de los huérfanos, esposo de viudas, hijo de las madres sin hijos/. Murió en León, un 17 de enero de 1934.

Azarías H. Pallais, más que su amigo, su hermano en la pobreza y en la santidad, el mismo de las palabras evangelizadas y /Mayúscula tercera de piadoso rumor/ El capellán de la Vanguardia, el que siempre quiso imitar al Seráfico en su amor a los pequeños y desvalidos, fue escogido para pronunciar en nombre del clero algunas palabras.

Gobernaba la diócesis de León, el eclesiástico más preparado que ocupó la silla episcopal de esa centenaria sede durante todo el Siglo XX, Monseñor Agustín Tijerino y Loásiga, egresado de la Gregoriana y de la Católica de Washington, políglota (hablaba más de cinco idiomas) Canonista, amante de la liturgia, de los coros, de las orquestas y de toda música sacra.

La relación entre Pallais y Tijerino nunca fue cordial, el uno era la antítesis del otro. Siempre chocaron, hasta en los más mínimos detalles. Tijerino era el Concilio de Trento en León y Pallais, era el soplo refrescante del Vaticano II.

Tijerino, que era hombre recto y sabio, siempre supo lo que Pallais significaba, por eso lo designó para que hablara en dichos funerales en su nombre. Pallais, se lo agradeció llamándolo con el título más antiguo dado a los obispos leoneses, el de “Señor”. Mi tío abuelo, monseñor Porfirio Zapata Guerrero, cuando se refería a su obispo, monseñor Pereira y Castellón, en un tono reverencial decía “el Señor Pereira”. He aquí el discurso, saboreémoslo y valorémoslo a través del tiempo:

“Esta mañana en la Catedral, mucha gente del menudo pueblo, se peleaban por tener la dicha de tocar el cuerpo del Padre Dubón, como en la escena evangélica: “alguien me ha tocado”… El Padre Dubón era Santo en realidad de verdad. Aquí está el buen olor del ungüento. Se ve y se toca. El que tiene ojos para ver, que los abra y vea. El que tiene manos para tocar, que las extienda y toque… Muere el Padre Dubón y vengo a llorar ante su cadáver en puntos suspensivos y palabras incoherentes. ¿Quién podría impedírmelo? El señor Obispo de León me ha nombrado para que hable en su nombre, que Dios se lo pague. Qué disparate, dirán algunos. Ya entró pues la vanguardia en el clero leones. Estoy muy bien nombrado, sin embargo; nadie tiene derecho de hablar ante el cadáver del padre Dubón, que nosotros los cristianos aventureros y náufragos.

Y ha hecho muy bien el Ilustre señor Tijerino, en disponer esta solemnísima ceremonia fúnebre, porque tratándose del padre Dubón, la liturgia, que cuantas veces nos parece vacía y ridícula, alcanza todo su desarrollo de majestuosa y sencilla sublimada.

Y también el presidente de la República, primer ciudadano de la Iglesia y de la Patria, ha sabido cumplir con su deber asistiendo, para honrarlos y para honrarse a estos funerales.

Le hemos hecho al padre Dubón un entierro de arzobispo, y cuántos arzobispos que no son dignos de besarle los pies. Un entierro de presidente de la República o de Jefe de Partido, o de magnate industrial, cuando debíamos haberle hecho un entierro parecido al Santo Entierro.

Al caer la tarde, cuando no era de noche, ni de día, en esa hora niña, en esa hora tímida, en esa hora esquiva, en esa hora única en magno silencio de Crucifixión, remanso de siglos, acababa de ser bajado de la cruz, el más hermoso de los hombres. Aquel a quien el padre tiene sus complacencias… Y por todo acompañamiento, la Madre Dolorosa, y Juan el Predilecto discípulo, y la Magdalena y las otras piadosas mujeres y Nicodemus y José de Arimatea… Está bien sin embargo, este entierro, así como lo estamos haciendo, somos, sobre todo leoneses, contra viento y marea, cristianos, hasta la raíz de la raíz, y tenemos, un sexto sentido para oler ese “buen olor de ungüento”, que, cuando “la mujer quebró el vaso de alabastro”… quedó la casa, toda llena de buen olor. A.H. Pallais. En Brujas de Flandes .

El autor es abogado.

Opinión Nicaragua Opinion archivo

COMENTARIOS

  1. lector
    Hace 9 años

    Laberinto leones

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