El pasado domingo 7 de junio, Jerónimo López, extraordinario intérprete de nuestro piano indígena, se despidió de nosotros.
Más de treinta años trabajamos juntos, nos presentamos en todas partes dentro y fuera del país, llegamos a desarrollar un trabajo profesional y armónico, que fue muy importante para ambos.
Durante el tiempo que estuvo con nosotros se preocupó por perfeccionar un estilo interpretativo limpio, elegante y brillante. Igualmente, se preocupó para que su instrumento tuviera mayor calidad y sonido y que su ejecución fuera más dinámica y más técnica, y de común acuerdo con las piezas coreográficas que íbamos creando.
Estoy seguro que ahora, los sones de Marimba: Aquella indita, El acuartillado, El sapo, La danza negra, El mate amargo y muchos más están siendo ejecutadas por Chombo para deleite del creador, de sus ángeles y arcángeles. Nadie más ejecutará; La danza negra como Chombo.
Nadie más seguirá el movimiento de mis pies, de mi ritmo, de las manos y los dedos, aprobando y disfrutando su ejecución.
Chombo, siempre respetuoso, amable, consciente de la importancia de su presencia e interpretación, Chombo “El Caballero de La Marimba” se ha ido, pero su música se quedó con nosotros.
Hasta donde estés Chombito recibe el cariño admiración y respeto de todos mis bailarines. Y si por si acaso tocaras la Culebrita blanca , tené la plena seguridad que la Flor junto con todo mi elenco y yo, la bailaremos en tu honor.
Ver en la versión impresa las páginas: 7 B