14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

¿Sí o no?

Discretamente un grupo de simpatizantes de Syriza hace campaña en Argos, en el Peloponeso griego. Defienden el “no” en el referendo del domingo, para terminar con cinco años de austeridad y crisis, pero para los partidarios del “sí” la verdadera pregunta es: euro o dracma.

Discretamente un grupo de simpatizantes de Syriza hace campaña en Argos, en el Peloponeso griego. Defienden el “no” en el referendo del domingo, para terminar con cinco años de austeridad y crisis, pero para los partidarios del “sí” la verdadera pregunta es: euro o dracma.

“Va a ganar el sí, porque la gente tiene miedo. La gente quiere el euro y no el dracma, porque entonces su dinero tendría el valor del rublo. Por eso quiero el sí”, cuenta la pensionista Magdalini, en la puerta de un supermercado.

“Personalmente voy a votar no, porque esta consulta no va a determinar si seguimos en Europa”, contesta Litsa, una joven profesora desempleada simpatizante de Syriza.

Situada a 130 kilómetros al suroeste de Atenas, Argos, con unos veinte mil habitantes, es una de las muchas ciudades medianas del país que pesarán en el resultado del domingo. Las opiniones de sus habitantes reflejan el debate que divide a los griegos desde que el primer ministro izquierdista Alexis Tsipras anunciara el referendo el viernes pasado.

Si el país saliera del euro, “perderemos nuestros empleos, perderemos todo, la situación es realmente crítica”, sostiene una empleada de una tienda de bisutería, precisando que desde el sábado “no entra nadie” en su local y que si las cosas van muy mal está dispuesta a emigrar a Canadá, donde tiene familia.

Costas Golemis, jubilado y expropietario de una empresa de mármol, no esconde su indignación con la decisión del primer ministro de convocar un referendo el 5 de julio sobre las condiciones de los acreedores del país para mantener su financiación.

“El primer ministro recibió un mandato para resolver los problemas de Grecia. Desgraciadamente, este primer ministro cobarde intenta trasladar la responsabilidad al pueblo griego para saber lo que tiene que hacer en su propia casa”, añade.

Pese a este choque frontal en su interpretación política del referendo, los partidarios del “no” en Argos coinciden sin embargo con sus detractores en una cosa: todos quieren el euro. “La cuestión no está en saber si seguimos en el euro o en Europa, sino en cambiar la situación económica de Grecia”, afirma Litsa. La austeridad “no es una solución”, insiste.

URGE LIQUIDEZ

El Fondo Monetario Internacional (FMI) indicó ayer que la necesidad de financiación de Grecia entre 2015 y 2018 se cifra en cincuenta mil millones de euros, por lo que incluso bajo el plan presentado por los acreedores internacionales requeriría 36,000 millones de euros más por parte de los socios europeos.

El Fondo considera la deuda de Grecia “insostenible” y asegura que la situación ha empeorado desde la llegada al Gobierno del izquierdista Alexis Tsipras.

Economía crisis económica grecia Zona Euro archivo

Puede interesarte

COMENTARIOS

  1. Hace 9 años

    Los del ALBA Deben invitar a Grecia a unirseles y que usen el SUCRE como moneda asi Mandan a Europa al Demonio y se liberan del capitalismo salvaje! Vamos por más victorias! Con el SUCRE hasta el final!

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí