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Alcahuetas de aventuras

Se trata de las abuelas, esas señoras que sin ser llamadas, siempre están ahí para dar amor, consejos, protección, alcahuetear, llenar de sueños y esa alegría que las caracteriza, sin importar lo lejos que vivan.

De cariño unos las llaman “mamitas”, “mamis”, “mimi” y “abue”, como sea que se les diga ellas son en muchos momentos el núcleo vertebral de la familia.

Se trata de las abuelas, esas señoras que sin ser llamadas, siempre están ahí para dar amor, consejos, protección, alcahuetear, llenar de sueños y esa alegría que las caracteriza, sin importar lo lejos que vivan.

No es para menos, estas señoras ya recorrieron la vida, como popularmente se dice. Sus arrugas y su cabello con destellos blancos evidencian su larga experiencia y es deber de la nueva generación aprender de ellas, para seguir cultivando esos valores que le hacen falta a la sociedad.

“Muchas de ellas, son las encargadas de cuidar y educar a los nietos y hasta los bisnietos, cuando los padres por una u otra razón no están presentes”, expresa el psicólogo César Briones Mendieta.

Se les adora y respeta porque con sus historias de antaño o con el relato de sus experiencias son las que transmiten los valores y prácticas culturales.

“Las abuelas no solo juegan un papel de apoyo para los nietos, sino que también desempeñan un papel activo en la crianza y socialización de los nietos, ya que se caracterizan por realizar actividades del hogar y el trabajo emocional, manteniendo una estrecha relación llena de afectividad”, explica Gloria Castellón, sicóloga clínica.

ABUELAS DE TODO TIPO

Encargadas de aconsejar a los papás y otros miembros masculinos de la familia en temas relacionados al bienestar de los hijos.

Ya sabemos que las “mamitas” siempre están a nuestro lado, pero hay unas que se especializan en hacernos reír, en ser nuestros confesionarios, en mimarnos y aconsejarnos cuando nos equivocamos o no sabemos qué hacer. Otras mejor tenerlas de lejitos porque son cascarrabias.

Hay unas que son cuidadoras, que son aquellas que asumen la responsabilidad de cuidar a sus nietos y realizan las funciones de los padres en gran parte del día y hasta la noche.

Otras “abue” son las compañeras de juego. Son más relajadas y no tan autoritarias, y que sin lugar a dudas ellas mismas se dan chance de disfrutar una rica carcajada de las locuras que comparten con los nietos.

Aunque también existen abuelitas indiferentes y otras que se comportan como árbitros, sabemos que nos quieren, pero quizás la falta de comunicación con los nietos no les permite ser más afectuosas.

Definitivamente, no pueden faltar las permisivas que son aquellas “mamitas” que se preocupan de hacer lo moralmente correcto con sus nietos pero manteniendo la prerrogativa de mimarlos y ser indulgentes, afirma César Briones, sicólogo.

Tener una abuelita es como ganarse el cielo. Son como una especie de puente para que los hijos y padres arreglen los malos entendidos, afirma Gloria Castellón, sicóloga clínica. Además son las responsables de darle continuidad a la familia, dando a conocer todas esas experiencias vividas a la nueva generación, y por ende son consideradas las guardianes de la familia porque siempre están pendientes de todo.

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