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Javier Meléndez Quiñónez

Entendiendo a la Policía de hoy

Los eventos ocurridos el pasado sábado 11 de julio, en los que un grupo de policías en el marco de una operación antidrogas asesinaron a tres miembros de una familia que regresaban de un culto religioso, es el resultado de un proceso de descomposición ética y moral que se explica por la corrupción interna alentada por operadores políticos que con la complicidad de los mandos de la Policía Nacional (PN) han arrastrado a esa institución a una vorágine de violencia, impunidad y abusos de los derechos humanos sin precedentes en la historia reciente de Nicaragua. Mucha de esta corrupción se ha cimentado en la penetración que las redes del crimen organizado han realizado en los mandos policiales y en un patrón de corrupción patrimonial que se torna más visible durante la gestión del presidente Arnoldo Alemán.

La penetración de las redes del crimen organizado y la alianza que consolidan con mandos de la PN tiene quizás su expresión más concreta y pública durante el proceso legal contra narcotraficante Henry Fariñas. En el contexto del juicio, el narcotraficante declaró y pretendió aportar evidencias sobre las estructuras paralelas que dentro de la PN organizaban y administraban las rutas y operaciones del narcotráfico en Nicaragua. Una declaración que se desvió con el curso de las investigaciones para centrar la atención en la participación de un alto funcionario del Consejo Supremo Electoral (CSE). Semanas después, Fariñas junto con otros cómplices es condenado, el jefe anti narcóticos de la PN es removido ante la abrumadora evidencia de sus relaciones con Fariñas y su red, pero el sistema de justicia no investiga ni procesa a ningún oficial de la PN. Tampoco se conoció proceso alguno de investigación policial interno que buscara aclarar el involucramiento de los mandos altos y medios con el narcotráfico. Como en otras historias, otras veces y otros escándalos, todo lo que implica el delito de policías fue resuelto entre los mismos policías. Así es reforzada la realidad de impunidad institucional que prevalece a la hora de entender cómo es la PN de hoy.

Años antes, fueron numerosas las escandalosas situaciones en que mandos de la PN eran favorecidos con propiedades, bienes y sueldos “por debajo” para asegurar la lealtad personal y partidaria al entonces presidente de Alemán. Fueron los tiempos en que el exjefe de la Policía Nacional, Edwin Cordero, afirmó a un grupo de periodistas que la PN pagaba con drogas a otros policías e informantes para llevar con éxito sus operaciones… paradójicamente antinarcóticas. A finales de la administración de Enrique Bolaños, se da el asesinato de Jerónimo Polanco, dueño de un prostíbulo que funcionaba a través de coimas, chantajes, extorsiones y otros negocios ilícitos que involucraban a altos oficiales de la PN. El semanario Confidencial describió que Polanco estuvo envuelto en incidentes de todo tipo, que incluían los delitos de explotación sexual de menores de edad y que la Policía nunca lo investigó, a pesar de que en muchos casos las pruebas eran evidentes. Otros reportajes indagaron también sobre la relación de Polanco con Evert Cárcamo, ex vicealcalde de Managua por el FSLN y el mismo Daniel Ortega.

Los casos de abusos, corrupción y violencia continúan y se refuerzan con la administración del presidente Ortega.

La reelección de Ortega ha marcado la institucionalización del patrón de impunidad, abusos, violencia desmedida y corrupción de la PN. Ha marcado también la solución al dilema entre la Policía que buscaban ser: una institución no partidaria, respetuosa de los derechos humanos, dispuesta a rendir cuentas, sensible a los temas de género y juventud; y la Policía que en realidad es hoy y que en el año 2006 en un artículo de la revista Envío, William Grisby, hoy aliado incondicional del Gobierno de Ortega, describió como la institución de los oficiales con doble salario, que acceden a recursos no registrados en las cuentas del Estado con un nivel de vida ostentoso e imposible de explicar con sus salarios de altos mandos.

La corrupción policial se ha vuelto más extendida y compleja. Más extendida porque desde el ejecutivo se ha alimentado y ampliado una élite burocrática policial que consume el presupuesto que se supone es para mejorar la seguridad de las personas de forma onerosa y compleja porque los intereses que movilizan a la PN están cada vez más fundamentados en sus vínculos crecientes con redes criminales de todo tipo y una burocracia corrupta que ha reforzado la codicia desenfrenada de sus mandos. En estas condiciones se ha institucionalizado también un patrón de impunidad que favorece el ejercicio desmedido y descontrolado de la violencia, especialmente en contra de quienes se oponen al proyecto autoritario de Daniel Ortega, su familia y sus allegados. Los sucesos dramáticos del 11 de julio son una expresión de esa violencia que no se controla por el sentimiento de inmunidad e impunidad del actuar policial. En el contexto de ese horrendo asesinato con seguridad se harán algunas investigaciones y el castigo caerá sobre algunos chivos expiatorios, pero sin duda y como siempre ha sucedido, prevalecerá el sentido de auto protección institucional que perpetúa el patrón de borrón y cuenta nueva del actuar policial en Nicaragua y que refuerzan esa dinámica de descomposición ética y moral.

El autor es fundador y exdirector del Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas. En la actualidad es colaborador de la iniciativa “Expediente Abierto”.

Opinión Las Jagüitas Policía de Nicaragua archivo

COMENTARIOS

  1. sanbuenaventura
    Hace 9 años

    me acuerdo que se decía que la guardia de Somoza se mantenía drogada para hacer los crímenes que hacía, los individuos que de forma irracional actúan lo hace bajo el efecto de alguna droga o son preparados psicológicamente para actuar de esa forma, son entrenados para ser causar terror, miedo… al estudiar la historia de las pandillas (las de chicago, hasta las maras y las de la paveras) son entrenadas y preparados por los mafiosos a quienes les sirven. tenemos que liberar a Nicaragua ya…

  2. Carlos
    Hace 9 años

    Al parecer por sus preámbulos criminales de las Instituciones armadas de Nicaragua estamos nuevamente a los albores de una insurrección popular.Del año 1,974 al 1979
    la Guardia Nacional(GN)se le empezó salir de las manos al General Somoza con el cuento del sandino comunismo y ahora la Policía Nacional(PN)se le escapa de las Manos al Comandante Ortega con el cuento del Narcotrafico ,pero el Objetivo de los mando de ambas instituciones es la riqueza ilícita.Dios nos libre de esto.

  3. El Nica
    Hace 9 años

    En Nicaragua siempre se dice que en el gobierno se necesita ,honestidad ,trasparencia ,personas con e’tica profesional :pero es una la’stima
    que en Nicaragua nunca han habido politicos ni gobierno que justifique para
    hacer ciudadanos , entoda la historia lo que ha habido es : poder de dominio
    sin transparencia ni reputacion en algunos casos no son ni poli’ticos ni pertenecen a ningu’n partido pero todo es infiltrarse y eres un poli’ticos
    de fama,realmente trabajan paraLpai’s o…

  4. manny lopez
    Hace 9 años

    precisamente el desmantalamiento de la democracia comenzo con aleman pero esta metamorfosis de corrupcion y descomposicion de los organismos del estado ha llevado a crimenes contra los derecho humanos , este es un regimen abusivo y ese abuso se refleja en su policia un fenomeno desafortunadamente nonuevo porque se dio con somoza y su guardia nacional ,y ahora se da con ortega .

  5. María Rodrigues
    Hace 9 años

    Es valiosísima la descripción del articulo, en realidad es una cronología que ya nos hacía falta.

    Lo que no logra concretar dejando al lector confundido, es que compara a la policía de hoy con una de ayer que estaba en iguales condiciones. O acaso la policia sandinista de los ochenta era diferente?
    Lo que todos sabemos es que era partidaria, igual q hoy, jugaban dinero de las drogas y se financiaban con bisnes del gobierno, hacían robos en las casas y nunca encontraban al ladron? = que hoy.

  6. rbtc
    Hace 9 años

    y este es solo el comienzo ya veremos como van a masacrar alos campesinos q no quieren entregarle su tierra a los chinos y rusos q quieren montar una base militar aqui en nicargua. vamos a ver nuevamente ls lgrimas de la monja arrepentida e hipocrita de l minta

  7. pirulino
    Hace 9 años

    Por sus hechos los conocereis es interesante lacontundencia del articulista melendez de ir poniendo los puntos sobre las iees al ir enumerando el deterioro moral y corrupto del sistems orteguista que se ha llevado enel saco a una de las instituciones mas prestigiosas por su servicio a la sociedad amen del abismo de los nexos y conexos con el crimen organizado la corrupcion y el descarrilamiento de su mision original.

  8. armando lio
    Hace 9 años

    es muy probable que la policia esté penetrada por el narcotráfico y es consuelo de tontos saber que los narcos tienen poder suficiente para penetrar en casi cualquier institucion policial del mundo. Tambien es muy probable que no todos los policias se hayan rendido a los narcos pero que a sus informes e investigaciones se les ponga un punto final en cualquier eslabón de la cadena de mando e incluso en el top o jefe supremo, pero el crimen de la jaguitas obedece al incumplimiento de las normas.

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