“La Iglesia católica debe ser fiel a la verdad y esa verdad es que debemos denunciar siempre lo malo y nunca llamar bueno a lo malo”.
Ese es el criterio de monseñor Silvio Fonseca, vicario de Familia, Vida e Infancia de la Arquidiócesis de Managua.
Fonseca recientemente cumplió 34 años de vida sacerdotal y afirma que en su experiencia pastoral ha podido constatar la grandeza de Dios.
“En mi experiencia sacerdotal he experimentado la gracia de Dios y con respecto a la gente también ha sido una gran experiencia, porque mi sacerdocio no tiene sentido sin la gente y siento que para los católicos no hay sentido de su fe sin el sacerdote o sea hay una interdependencia no superficial, sino profunda, vivimos el uno para el otro, un sacerdote sin pueblo se siente como que no tiene vida. En este sentido para mí la gente ha sido una escuela”, asegura el vicario de Familia de la Arquidiócesis de Managua.
EDUCA Y EVANGELIZA
Monseñor Silvio Fonseca asegura que la naturaleza y la misión de la Iglesia católica es evangelizar y educar desde la fidelidad a Jesucristo, quien siempre actuó con la verdad.
“La evangelización siempre está unida a la educación, cuando tú educas, también evangelizas, estos valores siempre están unidos, pero siempre predicar y actuar con la verdad”, sostiene Fonseca, doctor en Teología Moral de la Iglesia católica.
Fonseca señala que uno de los grandes males que afecta la convivencia social es la ideología de género, la que califica de “aberración de la naturaleza y que sus intereses son mezquinos y de propaganda política”.
“SOLO COMPROMISOS CON JESUCRISTO”
El primer reto de la Iglesia, insiste monseñor Silvio Fonseca, es ser fiel a la verdad “y por eso tienes que pagar un alto precio y siempre la Iglesia lo pagará, igual que Cristo”.
“Yo considero que nosotros primero tenemos que ser fieles a la razón, porque no podemos calificar bien a lo que está mal. Nosotros apoyamos nuestra doctrina en el evangelio, en la tradición y en el magisterio universal”, valora el guía espiritual.
El religioso sostiene que la Iglesia puede hacer alianzas con los “poderes civiles y económicos, pero para el bien común, porque es parte de la doctrina social de la Iglesia, pero debe cuidarse de no caer en la manipulación o intereses de los poderosos”.
“La Iglesia tiene que ser fiel a Jesús, ya que su autoridad moral está justamente en esa imparcialidad de servir a todos y la Iglesia, por el bien de todos, tiene que denunciar los males de la sociedad, porque la Iglesia no tiene compromisos con gobiernos, solo los tiene con Jesucristo”, aclaró.
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