La situación en Corinto, tras el intenso oleaje de los últimos días, es preocupante para los pobladores. La tarde de ayer solamente se reportaba el censo que autoridades del Comupred efectuaron a las familias en riesgo, cuyas casas están a punto de ser derribadas.
Por la tarde, en la Alcaldía municipal la respuesta de una trabajadora fue que “el ingeniero Absalón Martínez (alcalde) no se encuentra, hoy (ayer) tiene reunión de alcaldes”. Ningún otro funcionario brindó declaraciones.
Supuestamente especialistas rusos efectúan una valoración de las condiciones de la defensa costera. La lluvia del martes con granizo y tormenta eléctrica provocó la caída de una decena de árboles.
Rebeca Flores resiste las marejadas junto con su esposo Marlon Blanco y sus hijos hacinados con otra familia en un pequeño cuarto, en el último reducto de arena que les ha quedado. “Allá vivíamos, pero el mar ha abarcado desde casi doscientos metros en los últimos diez años”, señala la señora.
Juana Cecilia Gutiérrez expresó angustiada que no han dormido las últimas noches por el temor al oleaje en las madrugadas. Ayer desarmaba su casita para reconstruirla en el espacio arenoso contra la pared de bloques de su vecino.
En el reparto La Resistencia, sector sur de la ciudad de Chinandega, un legendario árbol colapsó sobre la pared frontal de la Escuela Jesús de Nazareth y arrasó postes de tendido eléctrico.