El comité pro traslado del mercado de Jinotepe, sociedad civil y la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) se reunieron ayer para demandar que de una vez por todas se efectúe el traslado de los comerciantes hacia el nuevo centro de compras, que finalizó en mayo pasado.
Esta semana estas personas solicitarán un despacho con el alcalde Mariano Madrigal y estarían convocando a la ciudadanía para que se involucre en la demanda del traslado de los comerciantes.
Dijeron que si el alcalde no es capaz de ordenar el traslado del mercado inmediatamente, renuncie a su cargo y que este sea ocupado por otra persona que sepa “gobernar” la ciudad.
“El alcalde nos dijo a finales de agosto que entregaron el mercado que no tenía fecha exacta para el traslado, que necesitaba de un estudio y de una evaluación de cuánto le iban a cobrar a cada comerciante por los módulos que se van a ocupar”, dijo Fátima Rodríguez, del comité pro traslado del mercado.
La posición de estas personas es que se dé lo más pronto posible el traslado, ya que toda la población es afectada con el desorden que hay en la ciudad y con la basura que se ha apoderado de las calles.
“La mayoría de estas personas del mercado, sin menospreciarlas, no son gente de Jinotepe, porque si fuesen de aquí querrían el bienestar de la ciudad, por eso es que estamos peleando, porque ya estamos cansados de andar en reuniones”, explicó Rodríguez.
Sin embargo la Asociación de Comerciantes del Mercado Jorge Matus Téllez (ACMJ), argumenta que no se han traslado porque no han finalizado el censo y porque también existe un terreno que necesita ser adoquinado para evitar lodazales en temporada de invierno.
NO HAY TANTA CAPACIDAD
Para Pedro José Rivera, de la ACMJ, el otro problema es que el censo registra tres mil comerciantes y no dos mil, tal y como se manejaba, por lo que el nuevo mercado no tiene capacidad para albergar a tantos vendedores.
“Para nosotros es mejor que nos vayamos después de diciembre, es la única manera que obtenemos ganancias y después quedamos como ahorita, que las ventas están pésimas”, expresó Rivera.
La compra de las dos manzanas de tierra que se ubican a orillas del nuevo mercado, según Rivera, podría ser también la solución al problema para que nadie se quede en las aceras y andenes de las calles de Jinotepe.