El petróleo subió ayer en Nueva York confirmando que el mercado vuelve a creer en una posible disminución de la oferta mundial. El barril de “light sweet crude” (WTI) para entrega en noviembre subió 2.27 dólares a 48.53, su precio más alto desde finales de agosto.
Los precios cayeron durante el verano boreal a sus niveles más bajos en seis años, en gran medida por causa de la oferta excesivamente alta de crudo.
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