La caída de precios de las materias primas y la desaceleración de la economía mundial empiezan a repercutir en el mercado laboral de la región, alertó ayer el Banco Mundial (BM), por lo que urgió a los gobiernos a crear redes de protección entre los sectores más vulnerables.
En su informe Empleos, salarios y la desaceleración económica, el organismo precisó que la generación de empleo y la mejora en la distribución de los ingresos de los hogares se ha estancado desde el fin de la época de los precios elevados de las materias primas y el auge de la economía China.
Augusto de la Torre, economista en jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, dijo que si bien el mercado laboral en la región permanece en cierta medida sólido, “en los últimos tiempos, sin embargo, estamos viendo que la calidad del empleo se está deteriorando a medida que los asalariados se vuelven trabajadores independientes o pasan de empresas grandes a otras más pequeñas. Los más notable, sin embargo, es el hecho de que los trabajadores estén abandonando el mercado laboral por completo, una tendencia particularmente marcada entre los hombres jóvenes y menos educados. A medida que regresan a sus hogares, o a la escuela, sin salario, el ingreso de los hogares pobres podría resentirse aún más”.
El informe destacó que la desaceleración todavía no ha aumentado la tasa de desempleo de manera apreciable en la región, pero ha provocado que la tasa de participación laboral caiga, “sobre todo después de que los jóvenes dejasen de buscar empleo”.
El Banco Mundial prevé que el crecimiento económico en América Latina y el Caribe este año será cero y el próximo año el repunte alcanzará apenas uno por ciento.
Y si bien los daños que empiezan a sentirse en el mercado laboral tras cuatro años de desaceleración están afectando principalmente a los trabajadores no cualificados que entre los empleados cualificados, estos están experimentando una mayor disminución de los salarios que los primeros.
Por tal razón, el BM instó a los gobiernos a crear redes de protección social que “bien enfocadas pueden ayudar a amortiguar el impacto de la desaceleración económica entre las más vulnerables. También es importante considerar el papel de las leyes de salario mínimo, que ayudaron a elevar el ingreso laboral de los trabajadores no cualificados en los años de bonanza, pero que ahora podrían socavar la creación de empleo durante la desaceleración”.
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