Los habitantes de complejo habitacional Amanda López Pineda no saben a quién recurrir para que les resuelvan el problema de las calles de tierra que han tenido desde que se inauguró el barrio.
El conocido barrio de Los Profesores está compuesto por 124 casas ubicadas a lo largo de cinco calles de tierra que al llover se convierten en un espeso fango que dificulta el paso de los habitantes y los vehículos.
Ya no sabemos a quién decirle que nos resuelva (con) el adoquinado de las calles, aunque sea la principal, es como si no fuéramos jinoteganos, que por ser un proyecto privado del Mined (Ministerio de Educación) no nos toman en cuenta para mejorarnos la vida, comentó Eduardo Guevara, habitante del barrio.
La directiva del barrio ha recurrido varias veces a la Alcaldía, sin embargo las autoridades gubernamentales se hacen de oídos sordos ante las peticiones del mejoramiento de las calles, las cuales en verano son extremadamente polvosas y en invierno se convierten en vías fangosas.
A pesar de la necesidad y el sentimiento de desamparo de parte del Mined y la Alcaldía, varios habitantes han callado su opinión por temor a perder sus trabajos de docencia en Jinotega.
Se supone que para ir a trabajar tenemos que llegar limpios, ha estado lloviendo y brisando en la mañana, entonces salimos todos sucios o tenemos que andar acarreando botas de hule para llegar presentables, comentó una de las profesoras que habita en el barrio.
María García, una de las habitantes de la calle principal, explicó que han tenido que zanjear la calle para evitar que el lodo y el fango se acumule en un solo lugar.
Los maestros también se quejan porque los taxis no quieren entrar a estas calles por el mal estado en que se encuentran.
DIFÍCIL ACCESO
Para salir del barrio Amanda López, los maestros deben caminar y saltar charcos porque la Alcaldía no les repara las calles y los taxis, por el mal estado de estas, se niegan a entrar al barrio. La profesora Martha Ortiz es una de las que más problemas tiene porque vive en la calle principal que es la más afectada y además tiene un hijo con discapacidad al que no puede movilizar en su silla de ruedas por el mal estado de las calles.