El gobierno británico anunció ayer la suspensión de los vuelos entre la localidad turística egipcia de Sharm el Sheij y Reino Unido por sospechar que el avión ruso, que se estrelló el sábado en Egipto y en el que murieron sus 224 ocupantes, fue objeto de un atentado.
“A medida que va apareciendo nueva información, empezamos a inquietarnos porque el avión pudo haber sido derribado por un artefacto explosivo”, dijo un portavoz del gobierno británico antes de anunciar el aplazamiento de los vuelos.
La medida pretende dar tiempo a expertos de aviación y seguridad británicos a viajar a Egipto para supervisar el regreso de los vuelos británicos.
“Mientras la investigación esté abierta no podemos decir categóricamente por qué se estrelló el avión ruso”, explicó el vocero.
SIN CAUSAS
Las autoridades rusas y egipcias no han avanzado en ninguna explicación sobre el accidente, pero el grupo yihadista Estado Islámico (EI) reafirmó ayer que había causado la caída del avión, sin más detalles.
“No tenemos ninguna obligación de explicar cómo se estrelló”, dijo un miembro no identificado de los terroristas, en un mensaje de audio publicado en la red social Twitter.
Un alto funcionario estadounidense afirmó ayer que es “altamente probable” que el derribo del avión fue provocado por la explosión de una bomba a bordo colocada por los yihadistas.
Cometer este tipo de atentado es “algo que el EI busca hacer”, afirmó el responsable. Si esta tesis se confirma, se trataría de la primera vez que el grupo yihadista comete ese tipo de atentado.
El presidente egipcio Abdel Fatah al Sisi se reunirá hoy en Londres con el primer ministro David Cameron.
900,000 turistas británicos visitan Egipto cada año. David Cameron aconsejó ayer que no dejen de viajar a Sharm el Sheij, la ciudad turística a orillas del Mar Rojo.