El jueves de la semana pasada, el Gobierno anunció la aprobación del Estudio de Impacto Ambiental y Social (EIAS) del proyecto del Canal chino en Nicaragua.
Ese estudio, elaborado por la firma británica ERM pero del cual solo se había dado a conocer un resumen ejecutivo, advierte que la construcción del Canal tendría al menos 16 impactos ambientales y sociales de gran magnitud, salvo que el Gobierno y la compañía constructora cumplan una serie de requisitos fundamentales.
Según los ambientalistas independientes, de acuerdo con los estándares internacionales un proyecto es inviable por el solo hecho de que su ejecución pudiera tener fuertes impactos ambientales y sociales. Sin embargo el Gobierno da como un hecho que la empresa china de Wang Jing, cumplirá todas las medidas de prevención y mitigación de los daños advertidos por ERM.
La confianza ciega de los gobernantes en la promesa de HKND, de que cumplirá todas las recomendaciones de ERM, es objetada por el asesor presidencial en temas medioambientales, el prestigioso científico Jaime Incer Barquero. El doctor Incer Barquero ha insistido hasta la saciedad, pero no le hacen caso, en que el estudio de factibilidad ambiental y social no tiene la credibilidad que debería tener, por la falta de transparencia, ya que los expertos independientes, nacionales y extranjeros, no tuvieron acceso al proceso de evaluación y ni siquiera al informe ya elaborado y presentado al Gobierno por ERM. “Mientras no esté claro todo, mientras no se someta ese estudio al examen de especialistas extranjeros independientes que no estén ligados a la firma que lo dio a hacer, quedará siempre la duda de su validez”, dice el doctor Incer de acuerdo con un reporte de Carta Bodán.
Más radical ha sido la reacción de la abogada ambientalista Mónica López Baltodano, asesora jurídica del Consejo Nacional para la Defensa de la Tierra, el Lago y la Soberanía Nacional, quien aseguró que la falta de transparencia en el manejo gubernamental del informe sobre el impacto ambiental y social del Canal, “confirma que estamos ante una rapiña de impacto ambiental y social de enormes dimensiones, vemos procesos expresos y sin consultas, en abierta violación a la Constitución”.
El 26 de octubre recién pasado, el excanciller Francisco Aguirre Sacasa aseguró en un artículo de opinión publicado en LA PRENSA, que lo que dice realmente ERM es que el proyecto aún está “en pañales” y que “ni HKND ni el Gobierno tienen la experiencia ni capacidad para ejecutar un proyecto de la magnitud del Canal. Por eso recomienda que busquen el apoyo de instituciones como el Grupo del Banco Mundial y el BID”. Y en otro artículo que publicamos en la edición de hoy, el doctor Aguirre Sacasa reitera sus dudas en cuanto a que el estudio de ERM avale la aventura de la construcción del Canal.
En nuestra opinión, la aceptación del Estudio de Impacto Ambiental y Social por parte del Gobierno, y la nueva promesa china de HKND, no han cambiado en nada la situación. El Canal sigue en pañales.