A 7 años del fraude cometido por el Consejo Supremo Electoral (CSE) en 2008, el Partido Liberal Independiente (PLI) marchó desde su sede hasta la plaza de Las Victorias, llamada “la Plaza del fraude” la mañana del lunes 9 de noviembre.
Miembros de seguridad de la empresa El Goliat intentaron evitar que los miembros del PLI pusieran la bandera de Nicaragua en el monumento de Alexis Argüello.
Lo que ocurrió el día de las elecciones municipales de 2008 fue un “fraude sistemático”, “violaciones de extrema gravedad en materia de transparencia”, “sesgo que favoreció al partido gobernante”, haciendo imposible conocer la voluntad popular en aproximadamente 40 municipios, de un total de 153.
Estas fueron algunas de las conclusiones del informe final de observación electoral realizado por Ética y Transparencia (EyT), dado a conocer el 23 de febrero de 2009, cuatro meses después del día de las elecciones, aunque oficialmente, el Consejo Supremo Electoral (CSE) no permitió la observación nacional e internacional.
El informe EyT también detalló las anomalías previas al proceso, calificándolas como “claras arbitrariedades” en el período preelectoral, mencionando “la cedulación sesgada, la violencia electoral sin acciones de control y el uso de bienes del Estado”.