EE. UU. vivió ayer un nuevo tiroteo masivo, en menos de una semana. Esta vez ocurrió en un centro de servicios sociales en San Bernardino, sur de California, donde murieron 14 personas e hirieron a otras 17, según las autoridades, que describieron el ataque como una “misión planeada”.
Dos sospechosos, un hombre y una mujer, fueron abatidos anoche por la Policía, que detuvo a una tercera persona.
Jarrod Burguan, jefe de Policía del condado de San Bernardino, informó que los dos sospechosos muertos vestían “ropa de asalto” y portaban fusiles de asalto y granadas. Los atacantes huyeron de la escena del crimen en un todoterreno negro.
Los sospechosos atacaron con armas de asalto el Centro Regional Inland, especializado en asistir a pacientes discapacitados. El incidente ocurrió alrededor de las 11 a.m., hora local (13 horas en Managua), cuando el auditorio acogía una actividad organizada por el condado de San Bernardino para un centenar de trabajadores.
La Policía no reveló un posible motivo del tiroteo, que ocurre cinco días después de que un hombre armado abrió fuego en una clínica de salud reproductiva y abortos (Planned Parenthood) en Colorado, donde mató a tres personas e hirió a otras nueve.
“TENÍAN UNA MISIÓN”
“Venían preparados a hacer lo que hicieron, como si estuvieran en una misión”, dijo Burguan, quien señaló que los atacantes llevaban armas largas, es decir, fusiles o escopetas.
La Policía y el FBI han dicho que hasta el momento no cuentan con información para afirmar que se trate de una acción terrorista, aunque no la descartan, según David Bowdich, director asistente del Buró Federal de Investigaciones en Los Ángeles.
Los testigos dijeron que varias personas se encerraron en sus oficinas esperando aterrorizadas a que la Policía las rescatara, luego de que estallaran los disparos.
Maybeth Field, presidenta y directora general del centro, indicó que el edificio alberga al menos 25 empleados, así como una biblioteca y centro de conferencias.
EXPLOSIVO
Burguan explicó que continúa el rastreo y la investigación en el centro, donde además se ha hallado lo que “se cree puede ser un dispositivo explosivo”, por lo que indicó que las fuerzas de seguridad seguirán trabajando en este sentido “con cautela”. No se recuperaron armas en el lugar.
Diez de los heridos fueron hospitalizados en condición crítica y tres de ellos estaban grave, de acuerdo con el jefe de bomberos de San Bernardino, Tom Hannemann.
OBAMA LAMENTÓ
El presidente Barack Obama, quien fue informado de inmediato de los hechos, en una entrevista a la red de TV CBS News, lamentó que en EE. UU. exista “un patrón de tiroteos masivos sin igual en el mundo”.
Agregó: “Podríamos tomar medidas, no para eliminar todos los tiroteos, pero para mejorar las posibilidades de que no se produzcan con tanta frecuencia”.
Entre esas medidas mencionó “el sentido común, leyes sobre seguridad y mejores chequeos de antecedentes”.
Luego del atentado en Colorado, Obama clamó un rotundo “ya basta” a los ataques con armas de fuego.