Fotógrafa y cineasta, 33 años. Estudió Periodismo, pero se decidió más por la fotografía y el cine. Actualmente es gestora cultural y su más reciente producción fue un documental sobre el asalto al Palacio Nacional. Está enamorada del mar, no puede rechazar el arroz aguado y se describe como alguien “eléctrica” en extremo.
¿Qué comida no puede rechazar?
El arroz aguado con pollo que hace mi mamá.
Defínase en una palabra.
Eléctrica.
¿Qué quería ser de pequeña?
Quería estar detrás de una cámara aun antes de saber qué era el término fotógrafa.
¿Qué le hace feliz?
El mar.
¿Qué le hace enojar?
Que me lleven la contraria, puede ser… Pero lo que más me hace enojar es la pasividad de las personas.
Si pudiera ser cualquier persona en el mundo, ¿quién sería?
(Carcajada). Sería Heydi.
Un apodo…
Siempre me han dicho “Flaca”, aunque ya no estoy tan flaca.
¿Qué animal sería?
Un caballo, nada de yegua. Siento que son libres, tranquilos, nobles y fuertes.
Una manía…
Contar los números repetidamente y de pronto. Contar del 1 al 10 y volver. Eso lo hago mucho.
¿Practica algún deporte?
Sí, ahorita estoy en boxeo, como entrenamiento, no para combatir. También ando en bicicleta.
¿Qué película le hace llorar?
La lista de Schindler.
¿Tiene pesadillas recurrentes?
Sí, sueño que se me caen los dientes.
¿Canta?
Solo en el carro.
¿Qué le pone nerviosa?
El silencio de la gente.
Si hoy fuera su último día de vida ¿qué haría?
Ir a ver el mar.