Un equipo práctico, sin figuras emblemáticas, diseñó un sistema de juego sencillo, acoplado a la naturaleza de sus jugadores para conquistar el Torneo de Apertura de Primera División. La UNAN Managua, el segundo equipo que más rápido alcanzó un título en la historia, elevó su estatus con su primer trofeo tras dejar en el camino al campeón nacional, Ferretti, y el emblemático Diriangén FC.
Los universitarios cambiaron de forma abrupta su presente y apuntan a un futuro mejor. Ahora en la cima se deleitan de los placeres y privilegios de un campeonato borrando la inestabilidad deportiva del pasado, ese inicio en la máxima categoría que los mandó al repechaje en el cual los equipos reafirman el verdadero nivel al que pertenecen y los capitalinos demostraron estar en el más alto.
COMPROMISO Y TRABAJO
Caer al fondo del abismo ayudó a la UNAN a ser campeón. Solo viviendo la incertidumbre de perder lo que tanto costó alcanzar, el ascenso a Primera División, hizo recapacitar a todos: jugadores, directivos y entrenadores, que esa etapa en la que se cambió de técnico hasta cuatro veces en un torneo y se sancionó a varios jugadores por indisciplina, no debía repetirse.
La UNAN, una institución representativa en el país, demanda respeto, compromiso y disciplina y eso faltó en la primera temporada. Por eso en la nueva campaña bajos esos principios se construyó un nuevo proyecto con los jugadores que con mostraron obediencia a esos ideales y se complementaron con 12 nuevos elementos con mucha experiencia y talento, y sobretodo con la disposición de cumplir los parámetros establecidos.
LOS REFUERZOS
La llegada de jugadores como el colombiano Luis González, Eliud Zeledón, Oscar Palomino, Maykel Montiel, Daniel Reyes, Juan Carlos Rosales, entre otros, estabilizaron a la UNAN que ya contaba piezas importantes como los cafeteros, Jonathan Donados y Rodrigo Hernández, más los nacionales Henry García, Roberto Carlos Vanegas, entre otros. Pero fue entre todos que blindaron al equipo llevándolos al título.
González y Eliud son dos defensores experimentados. Estuvieron juntos con el Real Estelí y salieron campeones en el Torneo Apertura 2011 y todos sus conocimientos los pusieron al servicio de los demás. Nunca se sintieron más que nadie, al contrario, fueron cercanos, apoyaron a los más jóvenes haciéndolos crecer.
Reyes, un jugador que llevaba de ser campeón con Ferretti y seleccionado nacional, fue humilde, trabajó desde abajo y se ganó un puesto consolidándose en el liderato de goleo con 13 tantos, la máxima cifra en su carrera.
INTERVENCIONES OPORTUNAS
La regla del jugador Sub-23 le permitió a Maykel evolucionar, no se notó que era su primera temporada en la Primera División y dio equilibrio al equipo. Mientras Rosales, alternó la titularidad y suplencia en el ataque porque sus compañeros andaban en buena forma, sin embargo cuando tuvo su oportunidad siempre demostró su valor.
Hubo otros jugadores que llegaron y no fueron tan determinantes como estos, pero cuando la UNAN los necesitó, como los nacionales Kennieth Vanegas y Mike Cruz, más los colombianos Juan Vidal Congo y Evaristo González, dieron soluciones.
La UNAN nunca dependió de ningún jugador. Donado y Eliud, no jugaron en el partido de vuelta de la Final y nadie los extrañó si Reyes y Rosales aparecieron con sus goles demostrando que los universitarios habían cambiado, dejaron de ser el equipo lleno de fisuras para convertirse en campeón.