Néstor Velázquez y José Miguel Soza se montaron en una motocicleta marca Pulsar, color negro, sin placa, y arrancaron con rumbo incierto. Eran aproximadamente las tres de la mañana del jueves 24 de diciembre, y desde las nueve de la noche del día anterior, ambos tomaron licor hasta emborracharse, en la casa de Velázquez, ubicada en el barrio Jorge Dimitrov.
Cuando salieron no llevaban cascos ni los papeles de la moto. Tres horas después, Socorro Peralta, madre de Velázquez, recibió la noticia de que su hijo tuvo un accidente. Él y su amigo murieron.
La Policía Nacional explicó en un escueto comunicado que “en las cercanías de la Quinta Nina, Carretera Norte, el inspector Juan Pablo Centeno Benavídez, quien circulaba en moto vestido de civil, fue interceptado por dos sujetos a bordo de una motocicleta Pulsar, color negro, sin placa, quienes lo intimidaron con arma de fuego, robándole sus pertenencias. Al retirarse los delincuentes a bordo de la motocicleta, el oficial hace uso de su arma de reglamento, impactando en la humanidad de ambos sujetos, quienes fallecieron en el lugar”.
Según la Policía, en el lugar ocuparon “la motocicleta Pulsar y un arma de fuego Walther 380 con el número de serie borrado, así como los objetos que le habían robado inicialmente al oficial”, aunque no detallaron lo objetos ocupados.
Los cuerpos de ambos sujetos fueron identificados como “José Miguel Soza González y Néstor Ezequiel Velázquez Peralta, ambos de 23 años y con antecedentes de robos con intimidación”, refirió la jefa de la División de Relaciones Pública de la Policía Nacional, Vilma Rosa González, quien leyó el comunicado.
Socorro Peralta llegó hasta el lugar donde la Policía levantó el croquis del caso. Según Peralta, los guardas de seguridad en las cercanías del hecho, aseguraron que “el policía les hizo una parada, pero como no se detuvieron, les disparó por la espalda”.
A Peralta la llamó una hermana que escuchó la noticia por la radio. Los cuerpos de los jóvenes fueron entregados en Medicina Legal a las 7:00 p.m. del jueves 24 de diciembre. “Desde que me enteré fue una lucha que me entregaran el cuerpo, porque no me lo dejaron ver. Lo miré hasta las 12 del mediodía por una foto. A mi esposo le dijeron que fuera a El Chipote, donde se estaban boleando el caso”, agregó.
Velázquez y Soza eran primos, según Peralta. El primero tenía 22 años y el segundo 23 años. Velázquez vivía con sus padres, su esposa y su hija de 3 años. Se dedicaba a reparar celulares. Peralta asegura que su hijo tuvo un incidente por el cual estuvo detenido, pero fue liberado por falta de pruebas. “Yo no voy a ocultar eso. Lo detuvieron por sospecha. La mujer involucrada en el caso lo miró y dijo que no era él. El caso estuvo en el Distrito 4”.
La casa de Soza está ubicada a pocas cuadras de la de Velázquez. En el callejón, los vecinos recuerdan a Soza como un joven con una actitud intachable, que jugaba futbol, trabajaba en un call center y le ayudaba a su mamá en la manutención de la casa, según Heydi Zúñiga, quien vive contiguo a la casa de la mamá de Velázquez. Contrario a lo que afirma el comunicado de la Policía sobre los antecedentes de robo, Soza tiene un récord de Policía sin expedientes.
“Pensamos que se habían accidentado”
“Ese muchacho no se metía con nadie. En este andén guardamos luto. Ellos no pueden decir que él era un ladrón. Nosotros pensamos que se había accidentado en moto, pero nunca pensamos que iban a ensuciar el nombre de José Miguel Soza”, afirmó Heydi Zúñiga.
Néstor Velázquez fue enterrado en el cementerio de Nejapa. Mientras que a José Miguel Soza lo enterraron en el cementerio Milagro de Dios.
Los familiares de los jóvenes piden que se haga justicia y compararon el caso con la “masacre de Las Jagüitas”.