Cinco cuadros valiosos
Si para robar una escultura de dos toneladas se necesita una grúa y un camión, para robar cinco de los cuadros más preciados del Museo de Arte Moderno de la Villa de París, ¿qué se necesita? Mucho más fácil: un cúter y una capucha negra. Le pigeon aux petits pois, de Pablo Picasso; Le Pastorale de Henri Matisse; L`oliver prés de l´Estaque, de George Braque; La femme á l´éventail de Amadeo Modigliani y Nature morte aux chandeliers, de Fernand Léger; valorados en cien millones de dólares, en 2010 protagonizaron uno de los robos más fáciles de la historia. El ladrón entró por los ventanales de la parte de atrás del museo, ubicado “a un paso” de la Torre Eiffel, rompió el cristal y cortó la cadena que protegía la verja de hierro. Las alarmas no sonaron ni los tres vigilantes se dieron cuenta de nada. El encapuchado cortó las telas de los marcos y volvió a recorrer el museo para salir sin que nadie lo viera.
El Grito – Edvard Munch
Sábado 12 de febrero de 1994. Eran las 6:30 de la mañana en Oslo, Noruega. Y un hombre subía rápidamente por una escalera de madera hacia una ventana de la Galería Nacional de Oslo. Dos más lo siguieron. Sin problemas cortaron el cable que la sujetaba y tomaron la obra. En menos de un minuto huían. Al entrar el ladrón activó la alarma de seguridad de la ventana, pero sabía que no había fuerza de vigilancia y dejó una nota que rezaba: “Muchas gracias por la mala vigilancia”. El cuadro fue recuperado tres meses después. Pål Enger confesó que planeó el robo durante cuatro años y no le importaba el dinero. Era más bien un reto, un juego. Escondió la pintura expresionista entre los tableros del comedor. Le divertía saber que, mientras la Policía buscaba el cuadro por todas partes, su familia tomaba la merienda sobre él.
A Reclining Figure – Henry Moore
¿Cómo se roba una escultura de dos toneladas y casi cuatro metros de largo? Fácil. Un camión con grúa, automóvil de turismo, tres hombres y una noche. En diciembre de 2015 la escultura de bronce se encontraba en el jardín de la Fundación Henry Moore, en Londres. Los dos vehículos ingresaron a los jardines de la fundación, cargaron la obra al camión con ayuda de la grúa y simplemente desaparecieron con ella. Aunque la Fundación Moore ofreció una jugosa recompensa, que no ha sido detallada, la pieza aún no ha sido encontrada. Está valorada en 4.5 millones de dólares.
Veinte obras de Van Gogh
El mayor robo en la historia de Holanda ya estaba planeado. ¿Qué podía salir mal? ¡Claro!, que el carro de la huida se averiara. La noche del 13 de abril de 1991 varios hombres aguardaban en el interior del Museo Van Gogh de Ámsterdam luego de que lo cerraran. En la madrugada del 14, salieron y amenazaron a los guardas para que desactivaran las alarmas de seguridad y luego los aprisionaron. Descolgaron y se llevaron impunemente veinte “Van Gogh”, incluidos el Autorretrato como pintor, Campo de trigo con cuervos y La habitación de Vincent en Arles, tres de los cuadros más famosos del pintor. Solo media hora más tarde de que los malhechores huyeran fueron encontrados cerca del lugar, ya que el segundo vehículo del escape se averió, los atrasó y les arruinó el plan. Tres pinturas terminaron dañadas.
Cuatro obras de arte
Febrero de 2008. Eran las 4:30 de la tarde de un domingo. La escena era de película: tres hombres armados vestidos de oscuro y con pasamontañas irrumpieron en pleno horario de visitas en la planta baja de la Fundación Emil Bührle de Zúrich, Suiza. Obligaron a los visitantes y al personal arrojarse al suelo. Uno se encargaba de los reos y otros dos de las obras de arte: El chico del chaleco rojo, de Paul Cézanne; Ramas de castaño en flor, de Vincent van Gogh; Campo de amapolas cerca de Vétheuil, de Claude Monet, y El conde Lepic y sus hijas, de Edgar Degas. Las alarmas sonaron, pero los malhechores lograron escapar. Un cuarto miembro esperaba en una furgoneta blanca donde cargaron los cuadros y huyeron. Las obras de Monet y Van Gogh fueron recuperadas.
El políptico de Gante
Ha sido quemado. Amputado. Falsificado. Recuperado. Perseguido por Hitler y Napoleón. Y ha sido robado trece veces. El políptico de Gante o Adoración del Cordero Místico es un retablo de 12 piezas, pintado por los hermanos Hubert y Jan Van Eyck. En 1800 cayó en manos de las tropas napoleónicas como trofeo de guerra. Los paneles centrales fueron llevados al Museo Louvre y luego fueron devueltos a la Catedral de Gante, donde pertenecen. Y los paneles laterales fueron desarmados y vendidos a Eduard Sully, un coleccionista inglés que los llevó a Berlín. Más tarde la colección sería comprada por el rey de Prusia. El 10 de abril de 1934 uno de los paneles, Los jueces justos, fue robado y hasta la fecha no ha sido encontrado. Se realizó una copia de este para completar el políptico. Durante la Segunda Guerra Mundial Hitler pensó que contenía un mapa para encontrar los instrumentos de la Pasión de Cristo, lo tomó y lo escondió en unas minas de sal. Luego de la Segunda Guerra Mundial fue devuelto a Gante por el tratado de Versalles.
La Mona Lisa – Leonardo Da Vinci
Fue a plena luz del día del lunes 21 de agosto de 1911. en el Museo Louvre. Vincenzo Peruggia, un inmigrante italiano fue el autor del delito. En 1910 él mismo había instalado la puerta de vidrio que protegía la obra maestra. Una noche antes se quedó aguardando en un armario del museo junto con dos hombres más. Al día siguiente, lunes, era día de limpieza y todos usaban batas blancas, incluyendo los tres ladrones. Peruggia escondió la pintura en su bata y salió del museo ubicado en París, Francia. El martes notaron el hurto. El centro permaneció cerrado por una semana y la Policía comenzó la búsqueda. Apresaron al poeta Guillaume Apollinaire e interrogaron al pintor Pablo Picasso por ser considerados sospechosos. En diciembre de 1913 Peruggia fue capturado luego de que entregara la pintura a un anticuario en Florencia. Lo condenaron a un año y 15 días de cárcel y luego se redujo a siete meses y nueve días