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LA PRENSA/Archivo

BID: No basta con ampliar cobertura, se requiere energía asequible

A nivel de Centroamérica, Guatemala llevaba este servicio al 78.5 por ciento de su población, Honduras al 82.2 por ciento, Panamá al 90.9 por ciento, El Salvador al 93.7 por ciento y Costa Rica al 99.5 por ciento.

En 2040, es decir dentro de 24 años, América Latina y el Caribe incrementarán en casi un ochenta por ciento el consumo de energía, estimó el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en un estudio divulgado este mes, donde menciona que países como Nicaragua tienen como desafío aumentar la cobertura de este servicio entre su población.

En el estudio ¿Luces encendidas? Necesidades de Energía para América Latina y el Caribe al 2040, los investigadores plantean: ¿Dónde vive la mayoría de las personas sin electricidad? Basado en datos de los Indicadores del Desarrollo Mundial (IDM), hasta 2012 Nicaragua figuraba como la segunda nación con menor cobertura (77.9 por ciento) a nivel regional, después de Haití donde solo el 37.9 por ciento de la población total gozaba de este servicio.

A nivel de Centroamérica, Guatemala llevaba este servicio al 78.5 por ciento de su población, Honduras al 82.2 por ciento, Panamá al 90.9 por ciento, El Salvador al 93.7 por ciento y Costa Rica al 99.5 por ciento.

Según el estudio, no basta con incrementar la cobertura y reducir la dependencia de los combustibles fósiles en la generación de energía, sino que se debe procurar que la energía sea más asequible para un crecimiento económico sustentable. “Para América Latina es prioridad alcanzar el acceso universal, asequible y confiable de energía para reducir la pobreza, mejorar los resultados del desarrollo y acentuar la competitividad de los países de la región”, señala el documento.

Esto permitirá, según el BID, al surgimiento de una mayor clase media, tal como ha ocurrido los últimos años. “La clase media constituía alrededor del 29 por ciento de la población de Latinoamérica y el Caribe en 2009 y se espera que aumente a 43 por ciento para 2030. Esto significa un aumento neto de 128 millones de personas que se agregan al estilo de vida de la clase media, una cifra aproximadamente igual a la población combinada actual de Colombia, Argentina y Perú”, menciona.

Proveer servicios energéticos a la clase media es mucho más complejo que simplemente dar acceso: los consumidores de la clase media ya no se conforman solamente con tener acceso: exigen que este sea a la vez económico y confiable, lo que es mucho más difícil de cumplir que solamente dar acceso.

 

Los últimos años Nicaragua ha logrado incrementar fuertemente la cobertura, que en 2007 se ubicaba en 54 por ciento. Además ha transformado su matriz de uso de derivado del petróleo a fuentes renovables, pero los sectores reclaman que ese alivio no llega a la tarifa de los consumidores.

RACIONALIZAR SUBSIDIOS

Igualmente el organismo insta a los países a racionalizar los subsidios energéticos. En 2013 a nivel de América Latina, Nicaragua era la séptima economía con mayor nivel de subsidios de este tipo como porcentaje del Producto Interno Bruto.

“Mantener bajo el precio de la energía viene con un alto costo. Los subsidios de los países de Latinoamérica y el Caribe se estimaron en 73 billones (1.3 por ciento del PIB regional) en 2013. Estos subsidios son considerables a lo largo de toda la región. Sin embargo, son especialmente altos en países como Venezuela, Bolivia, Ecuador, Trinidad y Tobago, Haití, Belice, Nicaragua, El Salvador, Argentina, República Dominicana y Surinam”, menciona.

“Aun cuando los subsidios pueden ser considerados como un instrumento de redistribución, muchas veces los subsidios de la energía resultan ineficientes, regresivos y altamente injustos”, advierte.
Por eso, señala “ha llegado el momento de que los gobiernos en la región revisen las políticas existentes en tema de subsidios a la energía. La región simplemente no puede seguir financiando subsidios generalizados”.

90% de cobertura
A inicios de este año, según el titular del Ministerio de Energía y Minas, Salvador Mansell, la cobertura de este servicio se había elevado hasta el 2015 en 85.3 por ciento.

Según el funcionario, el año pasado se logró llevar la energía a 355 mil viviendas. Solamente el setenta por ciento de los 153 por ciento tienen cobertura mayor al noventa por ciento, y la meta este año es llevar ese nivel a un promedio nacional.

El estudio del BID apunta que hasta el 2012 en Nicaragua 1,298,825 millones de personas, en su mayoría de la zona rural, no tenían acceso a electricidad. Fuera de las zonas urbanas, este servicio solo llegaba al 42.7 por ciento.

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