¡Qué noche, señores! era el desfile de estrellas deportivas nacionales, nuestra pequeña alfombra roja se extendió y en ella Román “Chocolatito” González llegó a tomar posesión de su reinado, Erasmo Ramírez desde temprano arribó con su familia, Juan Carlos Ramírez tenía los ojos cerrados de tantos flashes, el muchacho del boxeo amateur Kevin Vivas estaba atónito por el impacto que había adquirido, en fin, todos los atletas que brindaron honor al país se conglomeraron en le XV Ceremonia de premiación de la Asociación de Cronistas Deportivos de Nicaragua (ACDN).
El programa inició un poco retrasado, pero no fue motivo de desesperación, las mesas parecían tertulias interminables. La ceremonia empezó con las palabras de bienvenida del presidente de la ACDN, Moisés Ávalos, quien hizo una reseña de lo mejor del año, combinando la emotividad con el impacto de las diferentes disciplinas deportivas.
Luego el vicealcalde de Managua, Enrique Armas, se refirió al trabajo incansable que deben hacer los atletas por convertirse en alguien para el país. Sin embargo, el momento que paralizó al público fue cuando Carlos Reyes, a quien le dedicaban la ceremonia, tomó la palabra, tras recibir un estímulo por parte del Editor de PLAY del Diario LA PRENSA, Edgar Rodríguez y Enrique Armas.
Reyes fue locuaz, llegó al corazón de las personas, con sus anécdotas, historias de vida, su voz entre cortada reflejaba el agradecimiento de un homenaje a 40 años de carrera en el deporte tras un micrófono. El discurso alargado de Reyes se basó en el valor del trabajo, la lucha por no retroceder. El hombre que quería ser cura abrió las puertas de su vida ante todos los presentes y vio como su obra se había consolidado: la creación de la ACDN.
Al final habló Román González y Gilberto Mendoza Jr., presidente de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).
“Chocolatito” sorprendió a los presentes al hacer pública la petición de enfrentar al campeón de las 115 libras y de inmediatamente Mendoza no dudo en responder sí moviendo su cabeza.
OTRA VEZ
Mostrando consistencia y una habilidad nata desde la tecla de su computador, el redactor de LA PRENSA, Gerald Hernández, recibió el premio por segundo año consecutivo como mejor escritor del país en el área deportiva.
Por otro lado, Gabriel Cuadra Holmann, como una luz llenó de emoción y brilló en todo su esplendor, cuando su premio a la Excelencia Deportiva le fue entregado. Todos aplaudieron en honor al joven.