Pese a que las autoridades costarricenses estimaban que la salida de más de siete mil migrantes cubanos que permanecían en albergues en su territorio tardaría unos cinco meses para abandonar el país, de forma sorpresiva en unas dos semanas cientos de ellos con ayuda de coyotes partieron rumbo al norte.
Según el vicealcalde de La Cruz y coordinador local de la Comisión Nacional de Emergencias, Alonso Allen, más de mil migrantes albergados en La Cruz abandonaron el país durante esos días.
Allen considera que el gobierno de Daniel Ortega por medio de su Ejército, “bajó la guardia” en la vigilancia que había redoblado desde mediados de noviembre en Peñas Blancas, lo que facilitó el tránsito de migrantes cubanos por el territorio con ayuda de coyotes.
El pico más alto de cubanos que salieron desde los albergues donde estaba varados en Costa Rica, se dio posterior al 20 de enero, día cuando El Salvador, Guatemala y México le indicaron a Costa Rica que solo podían transitar por sus territorios dos vuelos semanales con cubanos.
“Muchos cubanos se desesperaron y en los albergues fue evidente que todas las mañanas se iban grupos. En el mes de diciembre el Ejército hacía muchos rechazos de cubanos, en esta segunda ola de salidas con coyotes la gran mayoría de cubanos que regresaban, era porque les robaban o asaltaban en Nicaragua y una gran parte lograba pasar por Nicaragua” hacia Honduras, añadió Allen.
“Las cantidades de cubanos bajaron en un 50 por ciento en algunos albergues en la última semana de enero y principios de febrero. Ya los vuelos para ellos desde Costa Rica están saliendo con más frecuencia y ya no están saliendo con coyotes”, reiteró .